El Mundial cambia de tercio. Después de haber visitado hace tres semanas los polvorientos y asfixiantes caminos de la isla de Cerdeña, la caravana del campeonato se desplaza ahora a la zona de lagos de Masuria, uno de los destinos veraniegos del país, para correr de nuevo el Rallye de Polonia (el último que se admitió en el calendario de esta temporada). Una prueba con unos paisajes similares a los del Mil Lagos, caracterizada, igualmente, por las elevadas medias y puntas que se alcanzan en sus tramos. Toda una incógnita ahora que se van a batir en ellos por primera vez los nuevos World Rally Car.
Por tanto, la octava cita de la temporada va a suponer el primer test de velocidad puro y duro para los vehículos de última generación, que hasta ahora únicamente habían medido la potencia bruta de sus motores sobre los caminos nevados de Suecia, donde establecieron ya cifras muy similares a las que registraron durante los últimos años los modelos de la hornada anterior en las pistas polacas.
No obstante, las lluvias que se anuncian para el fin de semana podrían propiciar un panorama similar al que condicionó la última etapa de la pasada edición, con los tramos completamente encharcados y cubiertos de barro, lo que, sin duda, ayudaría a reducir las altísimas cifras de velocidad que se esperan para este año, en un rallye como este, propio, sin duda, de pilotos especialistas.
Los finlandeses de Toyota, Andreas Mikkelsen (sustituto de Kris Meeke en la capitanía del equipo Citroën), Teemu Suninen (debutante con un WRC) y, sobre todo, la gran sorpresa del pasado año, Ott Tänak, que se encuentra como en su Estonia natal, y encima, viene de haber conseguido en Cerdeña la victoria que el destino le arrebató aquí en la edición anterior, tienen mucho que decir sobre unos tramos donde Dani Sordo espera mantener el ritmo que ha alcanzado sobre tierra esta temporada para poner fin a la carestía de resultados que mantiene en este rallye.
Nil Solans, mientras tanto, afronta pleno de moral su segunda participación sobre las pistas polacas, a las que llega como líder indiscutible del Mundial Júnior, y con un feeling extraordinario gracias a la participación que efectuó el pasado fin de semana, con un Ford Fiesta R2 de su propiedad, en una prueba de ámbito local.