El programa de Citroën Racing con el C3 World Rally Car no acaba de arrancar. Por una razón o por otra, la marca de los galones no ha heredado el trono que dejó vacante Volkswagen Motorsport; de hecho, medio año después del arranque del mundial, sólo M-Sport y Hyundai Motorsport parecen en disposición de ser el relevo de la marca alemana.
Seis meses después, sigue flotando la duda de si el pobre bagaje (una sola victoria de Kris Meeke en México y octava posición de Craig Breen en la provisional del WRC) es causa de una supuesta inferioridad técnica del C3 o es fruto de una mala elección de su plantel de pilotos. La oportunidad dada a Andreas Mikkelsen, conductor de contrastada calidad en su etapa como oficial Skoda y Volkswagen, sólo ha añadido más dudas al proyecto.
Llegado este punto, parece que los gerifaltes de Citroën Racing han recurrido a altas instancias del grupo para salir del atolladero. Hay que recordar que PSA ha concentrado en Versailles Satory todo el brazo deportivo del grupo (Peugeot Sport, Citroën Racing y DS Performance) bajo la etiqueta PSA Motorsport. Es cierto que Sébastien Loeb lleva años asociado a Peugeot, pero con esta reordenación de los planes deportivos, echar un cabo a la que fue su marca desde 2001 y hasta 2015 tiene más lógica que nunca.
Con experiencia en el Mundial de Rallies, el de Rallycross, el de Turismos y el de Raids, Loeb es un prodigio de polivalencia y puesto que su nivel de preparación y exigencia sigue siendo el mismo que cuando batió todos los récords del WRC, en Citroën Racing están seguros de que no hay nadie mejor para evolucionar en la dirección correcta el nuevo C3. Por ello, participará en unos test privados sobre asfalto que, según la marca, permitirá a Loeb descubrir las características del reglamento WRC de 2017 y, de paso, “recibir la opinión técnica autorizada de un gran campeón sobre el C3 WRC”. En realidad y para ser completamente sinceros, deberían haber alterado el orden de los beneficios de esos test para ambas partes.
“Con la creación de la entidad PSA Motorsport hemos formado un único y gran equipo. Pese a disputar carreras de rally-raid y el Campeonato del Mundo de rallycross con Peugeot, puedo aportar mi experiencia a Citroën probando el C3. Tengo muchas ganas de pilotar de nuevo un WRC y de comprobar la evolución técnica de la categoría”, ha declarado el alsaciano, cuya última participación en este campeonato fue en el Rally de Montecarlo de 2015.
Hay quien cree que este acercamiento de Loeb y Citroën puede desembocar en que acabe desempeñando el papel de piloto de desarrollo. Otros, más optimistas, creen que puede acercarlo de nuevo a este campeonato. Quizá para mantener viva esa esperanza de los aficionados, el nueve veces campeón del mundo lanza piropos al WRC tras haber pasado por el WTCC, el WRX y seguir empeñado en conquistar el Dakar. “Los rallies siguen siendo una de mis pasiones y en ninguna de las disciplinas en las que he participado en los últimos cinco años he encontrado las fuertes sensaciones que proporcionan los rallies”.
