Toyota presentará toda una batería de propuestas asociadas al concepto de movilidad social en la que la inteligencia artificial (AI) toma un papel relevante como plataforma de colaboración entre las personas y los vehículos.
Los modelos que se van a exhibir en el Salón del Tokio a finales de este mes de octubre serán el Toyota Concept-i, ya mostrado en el CES de Las Vegas a principios de año, al que se añadirán el Concept-i Ride y el Concept-i Walk, un pequeño vehículo para zonas peatonales. Todos ellos nacen con una aspiración, convertirse en aliados del usuario. Para ello cuentan con una tecnología común, un sistema que interactúa con las personas y aplica los principios de la IA para primero aprender y posteriormente reconocer distintas situaciones y anticiparse a los deseos del conductor.
En este contexto, la IA y los avances en conducción automatizada se combinan para llevar al conductor a su destino 'sano y salvo' introduciendo además la premisa de protección. Las funciones asociadas a la IA pueden conectarse y desconectarse del conductor en todos los vehículos de la serie, lo que posibilita una movilidad sin interrupciones y una gran comunión con el conductor para alcanzar una movilidad segura y entretenida.
Todo ello representa al Concept-i, un vehículo construido desde adentro hacia afuera a partir de un habitáculo con una silueta proyectada hacia delante y una HMI - interfaz hombre máquina- avanzada para proporcionar una nueva experiencia al usuario mediante un visor frontal 3D.
El Toyota Concept-i Ride es un pequeño vehículo de movilidad urbana, con puertas de ala de gaviota, un asiento deslizante universal eléctrico y un mando único para que sea fácil de utilizar para usuarios de sillas de ruedas. Durante la conducción, el asiento principal está situado en el centro. Al aparcar y estacionar el vehículo, entran en juego funciones de asistencia a la conducción como el aparcamiento automatizado con o sin el conductor, para que cualquier persona pueda circular seguro y tranquilo.
El Toyota Concept-i Walk tiene una longitud inferior al paso de una persona y una amplitud que no supera el ancho de los hombros de una persona. Es una unidad compacta que ocupa el espacio equivalente al de un peatón mientras camina y puede rotar sobre sí mismo. Se adapta perfectamente a las zonas peatonales y cuenta con función de conducción automatizada para aumentar la autonomía de movimiento de forma segura.