Siguen sin rodar las cosas para Nil Solans y Miki Ibáñez en el Mundial de Rallies. Inmersos esta temporada en WRC2 tras ser campeones Junior el pasado año, los catalanes tuvieron que lidiar esta vez con una avería en la transmisión de su Ford Fiesta R5 durante el transcurso de la primera etapa.
La dupla del Rally Team Spain arrancó el Tour de Corse con ilusión, después de las buenas sensaciones del shakedown; pero todo se fue por la borda al tener que bajarse de la carrera cuando se encontraban disputando la primera especial. Reenganchados desde el sábado, Solans e Ibáñez acumularon kilómetros durante las dos últimas etapas, adquiriendo así una experiencia que les será muy valiosa de cara a las próximas citas de asfalto que deban afrontar con el Fiesta R5 del equipo M-Sport.
“Habiendo hecho sólo 20 kilómetros el viernes, teníamos muchas cosas nuevas que aprender en la segunda etapa. Fue difícil, pero trabajamos con el ingeniero para probar algunas soluciones diferentes con el set-up del coche. Ha sido un rally difícil, pero hemos aprendido algunas cosas para el futuro, como las notas y las trazadas que necesitas emplear con un R5 en asfalto”, valoró el campeón del mundo Junior del pasado año.