COCHES
Novedad

Mercedes SLK: un roadster mágico

  • Ya ha llegado a los concesionarios de toda España
  • Los tres motores son de inyección directa de gasolina
  • Su precio parte de los 43.200 euros para la versión de 184 CV

Es la tercera entrega de un coche que en 1996 llegó para renovar el aire de una marca que llevaba demasiado tiempo enclaustrada en la rutina de las berlinas de lujo. La que ahora nos ocupa viene a recoger, una a una, todas las señas de identidad estilísticas que Mercedes-Benz ha ido convirtiendo en emblemas en los últimos años. Y como es habitual cada vez que se destapa un nuevo SLK, con una primicia de equipamiento bajo el brazo.

En aquella primera hornada fue el techo retráctil, algo que en el ya lejano 1996 –por increíble que parezca han pasado casi quince años- era muy exótico. Era la forma de atajar los daños colaterales de hacerse con un descapotable en términos de confort térmico y acústico. En 2004 se intentó neutralizar otro inconveniente de los convertibles, especialmente cuando las temperaturas empiezan a bajar. El SLK montó por primera vez el sistema Airscraft, un calefactor específico para hombros y cuello que hacía más llevadera la conducción al aire libre del roadster alemán pasado el verano. Y ahora, en 2011, el nuevo SLK que se lanzará a partir de primavera pero del que se aceptarán pedidos desde el próximo mes de febrero, estrena un nuevo techo panorámico y retráctil cuya oscuridad se puede regular desde el interior.

Perteneciente a una saga

En Mercedes lo llaman Magic Sky Control (control mágico del cielo) y según el fabricante, con el nivel de claridad al máximo es prácticamente transparente, permitiendo disfrutar de la sensación de conducir a cielo abierto a bajas temperaturas. Si se oscurece sin necesidad de cortinillas ni parasoles, proporciona una buena protección cuando el sol brilla con fuerza. Como ven, de nuevo el SLK sigue tratando de proteger a sus propietarios de los inconvenientes propios de conducir un convertible a cielo abierto… Aún así, habrá tres variantes de techo, el que irá en color de la carrocería, el estándar, además del techo solar panorámico con tintado oscuro y, por último, el Magic Sky Control.

A efectos de diseño, el nuevo Mercedes-Benz SLK se confirma como parte integrante de la familia de deportivos de la marca de Stuttgart. Las similitudes con el fantástico ‘alas de gaviota’, el SLS AMG, así lo demuestra, con detalles como la parrilla vertical con la estrella reinando en el centro y una balda cromada cruzándola. Aún así, la viveza de las nervaduras que recorren el larguísimo capó o la forma de los faros carenados evidencian la otra influencia del nuevo roadster: el CLS. Y aún hay otra más, la de un modelo clásico que en los años 50 sentó las bases de lo que hoy son los convertibles de lujo y que muchos ven como la verdadera primera piedra del SLK, el 190 SL.

El interior es de diez y puede presumir un aire más técnico con las molduras terminadas en aluminio cepillado o mucho más lujoso con apliques bien en madera de nogal, en un tono marrón oscuro brillante o en madera de fresno de color negro brillante. Más allá de la impecable ejecución de toda la cabina, hay tres aspectos especialmente deslumbrantes. El primero, el cuadro con dos esferas de diseño tubular que encierran a su vez otros dos indicadores redondos y que, entre uno y otro, dejan espacio para un gran display digital con información subsidiaria del ordenador de a bordo. El cromatismo de relojes y agujas son otro rastro genético de esa saga de vehículos deportivos a la que pertenece el nuevo SLK. El segundo, el volante multifunción con la base plana, forrado en cuero, con un aro muy grueso para una mayor ergonomía y, de nuevo, con un soporte realizado en metal pulido. Por último, los difusores del sistema de climatización, una pieza de decoración en sí mismos y herencia también del SLS AMG.

Tres motores

Desde su lanzamiento, el SLK puede configurarse en torno a tres nuevos motores, todos de inyección directa de gasolina. Los grupos de cuatro cilindros del SLK 200 BlueEfficiency y SLK 250 BlueEfficiency desarrollan 184 CV y 204 CV con sus sus 1.796 c.c. de cilindrada. El SLK 200 BlueEfficiency es el roadster más austero del segmento, ya que equipado con el cambio automático optimizado opcional 7G-Tronic Plus consume solamente 6,1 litros de gasolina cada 100 kilómetros, lo que equivale a 142 gramos de CO2 por kilómetro. Acabando con el repaso de sus prestaciones,  con esta mecánica este descapotable alemán acelera de 0 a 100 km/h en siete segundos y su velocidad punta es 237 km/h. El SLK 250 BlueEfficiency viene equipado de serie con el cambio automático 7G-Tronic Plus y consume tan solo 6,2 litros cada 100 kilómetros (144 g/km CO2). Acelera de 0 a 100 km/h en 6,6 segundos y su velocidad máxima asciende a 243 km/h.

El motor V6 del SLK 350 BlueEfficiency, de 3.498 c.c., exhibe una potencia de 306 CV y acelera de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos con una punta de velocidad de 250 km/h. Para esta variante, su consumo es de 7,1 l/100 km y sus emisiones de CO2 alcanzan los 167 g/km. Este propulsor es completamente nuevo y se caracteriza por incorporar la tercera generación del sistema de inyección directa de gasolina, con inyectores piezoeléctricos y encendido por chispas múltiples. En conjunto, con estos motores, el SLK de 2011 ahorra un 25 por ciento de combustible como media, gracias entre otros aspectos, al sistema de arranque y parada automático Eco que las tres versiones montan de serie.

Más seguro

Mercedes-Benz quiere acabar con la mala fama que arrastran los descapotables en cuanto a seguridad. ¿Cómo? Armándolo hasta los dientes de todos los dispositivos que montan los modelos más seguros de su catálogo. Es el caso del sistema de detección de fatiga, el Attention Assist, que es de serie en toda su gama a diferencia del dispositivo de protección preventiva de ocupantes Pre-Safe con función de frenado autónomo en caso de existir peligro de colisión por alcance y que el nuevo SLK tiene como opcional.

Son también alternativos el Intelligent Light System, la función adaptativo de alumbrado con cinco funciones: luz de giro, luz para carretera, luz para autopista, luces activas y luz antiniebla ampliada); o el lector de las señales de límite de velocidad que es capaz de trasladarlas al display del cuadro de instrumentos para que el conductor lo tenga presente.

Ha habido que esperar hasta finales de marzo para verlo por nuestras carreteras, aunque a juzgar por las imágenes oficiales que ha suministrado la marca, la primera sesión fotográfica de lo último de Mercedes tuvo como escenario algunas de nuestras islas.

Autor
Redacción
Etiquetas
No hay etiquetas asociadas
Comentarios

Comente:
Por favor, use un lenguaje apropiado. Todos los comentarios serán revisados antes de su publicación, por lo que no aparecen inmediatamente.

Publicaciones y blogs

MotorEnLinea.es emplea cookies propias y de terceros para mejorar su experiencia de navegación en nuestra página web y para realizar mediciones estadísticas. Si está de acuerdo con su uso siga adelante con su visita. En nuestra política de cookies puede obtener más información.
ACEPTAR