Han sido sólo dos especiales, pero han dado tanto de sí como si hubieran correspondido a una etapa completa... Sorpresas, desde luego, no han faltado en la traca final de un Tour de Corse que ha resultado impredecible hasta la mismísima llegada de la Power Stage, donde ha acabado produciéndose, contra todo pronóstico, la tercera victoria con la que se alza en la isla el nuevo líder del Mundial, Thierry Neuville.
Hasta esos instantes decisivos, el belga tenía el rallye completamente perdido. De nada le ha servido esta mañana la exhibición que dio ayer por la tarde, en la segunda pasada por el tramo maratón. Elfyn Evans ha salido a por todas, sin darse por vencido en absoluto, marcando un soberano scratch con el ha superado ampliamente al piloto de Sankt Vith, poniendo la directa hacia su primera victoria absoluta sobre asfalto. Y en esas estaba cuando, camino de la línea de meta, un pinchazo en el neumático delantero derecho de su Ford ha dejado cariacontecido al galés, que se ha descolgado amargamente, sin poder hacer nada por remediarlo, hasta la tercera posición.
Por contra, el gesto adusto que portaba Neuville se ha tornado en una expresión de júbilo, al cerciorarse de que, cuando menos se lo esperaba, acababa de hacer con la victoria. La primera que festeja desde el pasado verano, en un momento de horas bajas tanto para él como para Hyundai, que se ha aupado a su vez al liderato del Mundial de marcas, gracias también al cuarto puesto archivado por Dani Sordo, al que le han faltado tan solo 11.8 segundos para aprovecharse asimismo del percance de Evans y alzarse con un podio.
Entre unas cosas y otras, Sébastien Ogier ha acabado aupándose a la segunda posición final en su primer actuación sobre asfalto puro al volante de un Citroën con el que ha ido desenvolviéndose cada vez mejor a lo largo del fin de semana, contrariamente que su compañero, Esapekka Lappi, instalado en un discreto séptimo lugar, delante de Sébastien Loeb, y a espaldas de Teemu Suninen y Ott Tänak, a la postre sexto clasificado tras el pinchazo que lo desbancó ayer.
Ambos han escoltado en la Power Stage al autor del mejor tiempo, Kris Meeke, noveno de la general, precediendo a su nuevo compañero, Jari-Matti Latvala, completamente difuminado en un rallye que se ha saldado, realmente, con más pena que gloria para Toyota.
Fabio Andolfi ha sido uno de los tipos más felices en la llegada de Calvi, donde ha festejado su primera victoria en WRC2, seguido de Nikolay Gryazin y Kajetan Kajetanowicz. Por su parte, Julius Tannert ha superado in extremis a Tom Kristensson y Dennis Rådström, alzándose con una disputada victoria del Junior WRC. Categoría en la que Jan Solans, el piloto que más victorias parciales ha sumado este fin de semana (seis), ha obtenido un cuarto puesto que le sitúa segundo de la clasificación general tras los dos primeros rallyes.
