Ford ha desarrollado una tecnología para sus coches conectados capaz de ofrecer una advertencia anticipada a situaciones de riesgo que se produzcan en la vía media información recopilada en la nube. La información ofrecida por el sistema denominado LHI (información sobre riesgos locales) proviene de lo que está sucediendo en los coches que van por delante y funciona de forma autónoma sin necesidad de interacción del conductor.
Su funcionamiento se basa en sensores que monitorizan actividades como el frenado de emergencia, las luces antiniebla y el control de tracción para detectar condiciones climáticas adversas o el estado de la carretera.
Los datos de estas actividades se calculan para determinar la ubicación del peligro y si ha ocurrido un accidente de tráfico.
El vehículo proporciona actualizaciones de forma automática a través de una conexión segura a 'la nube' utilizando el módem FordPass Connect. El partner tecnológico de Ford, HERE Technologies, opera la plataforma central basada en esa nube común que recopila información de múltiples marcas de vehículos, regida por un acuerdo entre empresas.
Cuantos más coches estén conectados a la red, mayor será la eficiencia del sistema. Cuando muchos vehículos generan la misma advertencia, otros en las cercanías reciben información de incidentes de la nube a través de la red celular, lo que permite a los conductores reducir la velocidad o tomar las medidas adecuadas.
Se obtiene información adicional de las bases de datos de incidentes de los organismos públicos y los informes de tráfico, para proporcionar a los conductores más advertencias anticipadas, incluido cuando se acercan a vehículos que conducen por el lado equivocado de la calzada, animales o peatones en la carretera y obras en la vía.