Condenado a pescar en el río revuelto de la pugna entre las dos marcas oficiales, M-Sport vuelve a la carga con una formación rejuvenecida y con marcado acento finlandés. Esapekka Lappi, Teemu Suninen y Gus Greensmith conducirán los Ford Fiesta WRC en el Rally Montecarlo con el que la temporada 2020 del Mundial de Rallies levante el telón. ¿Su objetivo? Llenar el hueco que ha dejado Citroën Racing con su espantada y, por tanto, aspirar a podios y alguna victoria a lo largo de este intenso año que les espera a todos los equipos.
M-Sport también necesita dejar de vivir del recuerdo que dejó Sébastien Ogier, ganador de esta prueba en 2017 y 2018 con el Fiesta WRC. Aunque para ello tengan que recurrir, como antaño, a una formación de pilotos con mayoría escandinava. Como en los años en los que los Ford de M-Sport eran candidatos a todo, los finlandeses, Esapekka Lappi y Teemu Suninen están llamados a encabezar este programa que completa Gus Greensmith.
Su debut se va a producir en un rally impredecible en el que las condiciones pueden cambiar de una forma tan caprichosa como gira la bola dentro de una ruleta. En los tramos, ya sea de noche o a plena luz del día, puede haber asfalto seco, húmedo, hielo e incluso nieve. Situaciones que requieren experiencia, pero también un buen feeling con el coche, algo que supone un problema para cualquier piloto que cambia de montura.
Para Esapekka Lappi y Janne Ferm, que vienen de pertenecer en el pasado a Skoda Motorsport, Toyota y Citroën Racing, va a ser su cuarto Rally Montecarlo. Su mejor resultado, séptimo, lo obtuvo en 2018 al volante del Yaris WRC. “Montecarlo siempre es un principio de temporada difícil, pero estoy deseando empezar. Enseguida, encontré el Fiesta lógico y fácil de conducir y eso siempre da mucha confianza. Espero poder aprovechar esa confianza, pero el ‘Monte’ siempre es un desafío y nunca sabes qué esperar. Hay que respetar mucho este rally”, afirma.
Para Sunninen va a ser su segunda temporada completa en el Mundial de Rallies y la primera con el experimentado Jarmo Lehtinen como copiloto. Hace dos temporadas ya estuvo pisó podio en Montecarlo dentro de la categoría WRC2. “Enseguida pude ver que Esapekka y yo trabajaríamos bien juntos. Tuvimos una configuración muy similar durante los test y parece que queremos llevar el coche en la misma dirección. Probé en asfalto seco y tuve muy buenas sensaciones, pero para los sectores más difíciles donde haya mucho hielo y nieve, tendré que confiar en mi experiencia. Esta es mi cuarta vez en Montecarlo, así que estoy empezando a conocer los tramos un poco mejor. Es un rally que siempre es una lotería, pero tengo un equipo con mucha experiencia en tierra en el que confío al 100%, así que todo es posible”, señala.
Para Greensmith va a ser su tercera participación. En 2018 lo hizo con un Ford Fiesta R2, en 2019 estuvo a los mandos de un Fiesta R5 y, para completar la escalera, esta vez conducirá un Fiesta WRC. “Es un rally especial porque es donde obtuve mi primera victoria y no hay otro rally que me produzca la misma satisfacción correrlo. Hacer estos increíbles tramos con el Ford Fiesta WRC va más allá de mis sueños más locos. Todos quieren ganarlo y las condiciones cambiantes lo convierten en uno de los mayores desafíos del calendario. Los errores más pequeños se pagan muy caros, pero creo que es un rally que se me da bien. Siempre he disfrutado de las condiciones difíciles, pero aquí también necesitas experiencia”, advierte.
