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Citroen Cactus: ecólogico por los cuatro costados

  • Un concept totalmente eléctrico y vanguardista

Citroën presenta su concept-car C-Cactus en el Salón de Barcelona. Este vehículo asocia respeto por el medio ambiente y equipamientos con un diseño atractivo. La versión expuesta en la Ciudad Condal es de propulsión 100% eléctrica, una muestra de las diversas soluciones ecológicas exploradas por Citroën.

El Citroën C-Cactus abre nuevas vías de diseño, con las tecnologías y materiales más ecológicos y la reducción de los costes de fabricación como grandes prioridades, sin renunciar a un nivel de equipamiento competitivo. Así, la elección de materiales, casi todos reciclados o reciclables, y la racionalización del diseño han permitido reducir al mínimo el número de piezas utilizadas. El habitáculo está formado por poco más de 200 piezas, o lo que es lo mismo, casi la mitad que en una berlina de tamaño similar.

Esta versión eléctrica del C-Cactus es un verdadero vehículo ecológico puesto que, gracias a su cadena de tracción totalmente eléctrica, entra en la categoría “cero emisiones” (0 g/Km de CO2). Equipado con baterías de iones de litio, su autonomía de 150 Km y su velocidad máxima de 110 Km/h, lo convierten en un vehículo ideal para recorridos urbanos o suburbanos. Este tipo de trayectos es cada vez más importante para las flotas de empresas y administraciones.

C-Cactus, El vehículo esencial, ingenioso y urbano

El C-Cactus es fruto de un proceso de creación inteligente, en el que se han buscado nuevos objetivos. Una concepción en la que, a través de la exploración de nuevas vías de expresión y nuevas soluciones técnicas, se ha conseguido reducir el número de piezas necesarias para la construcción del vehículo.

Para alcanzar este objetivo, los ingenieros de Citroën han simplificado al máximo algunos mecanismos o determinadas piezas, reagrupado varias funciones en una única pieza y suprimido todas las piezas no esenciales para el funcionamiento del vehículo o para el bienestar y la seguridad de sus ocupantes.

Se ha suprimido la instrumentación del salpicadero, trasladándose sus funciones a la consola central o a los mandos fijos del volante. La consola central integra los altavoces activos, la palanca de cambios y una pantalla táctil, que permite acceder al ordenador de a bordo, al sistema de navegación y al regulador del climatizador.

Los mandos de los intermitentes, las luces, los limpiaparabrisas, el indicador y el limitador/regulador voluntario de velocidad están en los mandos fijos del volante, al igual que el velocímetro y las señales de encendido de los intermitentes, las luces y las alertas luminosas.

Otro ejemplo de simplificación es la pieza utilizada para el paragolpes delantero, que incluye los faros y los chevrones. Es idéntica a la que forma la parte baja del portón del maletero. Esta elección, que contribuye también al diseño del C-Cactus, permite reducir los costes de producción de estos elementos.

La simplicidad es también un rasgo del bloque delantero, que está constituido solamente por dos elementos: un capó fijo que engloba los laterales delanteros y una trampilla que permite acceder a las funciones de mantenimiento del vehículo. 

Siguiendo la misma filosofía, el uso del climatizador hace que la apertura de las ventanas sea prácticamente innecesaria. Por ello, sólo está prevista una simple apertura corredera. Se suprime por lo tanto el conjunto de los mecanismos de apertura y su coste.

La reducción del número de piezas también se ha logrado con la realización de elementos monobloque. Así, los paneles de las puertas están formados por dos piezas, frente a las doce de una berlina tradicional. Los asientos, por su parte, se componen de dos elementos: una espuma moldeada con piel coloreada muy confortable y una estructura monobloque, que mantiene la espuma y permite fijar el asiento sobre los raíles del suelo. La ergonomía es excelente y, aquí también, el número de componentes es mínimo.

Prestaciones ecológicas de alto nivel

 Las soluciones adoptadas en la fabricación del C-Cactus contribuyen a la reducción de los niveles de consumo y de emisión de CO2.

La anchura de las ruedas del C-Cactus se ha limitado (205/45 R21), lo que contribuye también a reducir su impacto sobre el medio ambiente.

Por otro lado, la reducción del número de piezas permite limitar la cantidad de materia prima consumida. Además, una gran parte de los materiales utilizados son reciclados o reciclables. Es el caso del parabrisas y de las ventanas, fabricadas con cristal reciclable. Los neumáticos también lo son, al igual que la estructura de las puertas, que está hecha de acero en bruto, sin pintura ni barniz, pero tratado contra la corrosión.

La tapicería es de cuero reciclado, hecho de los restos de cuero inutilizables para los tapizados tradicionales; muchas piezas son de corcho, un material natural que proviene de la corteza de los alcornoques; el borde de los paneles de las puertas es de lana, sin aditivos químicos y completamente reciclable y biodegradable.

 

C-Cactus, un vehículo atractivo y moderno

Fruto de una ingeniosa racionalización de las piezas y materiales utilizados, el C-Cactus es un vehículo esencial, que encarna una nueva visión del automóvil centrada en un nuevo equilibrio de las prioridades y una concepción en la cual la búsqueda de lo esencial no equivale a austeridad y en un diseño en el que economía y ecología no riman con banalidad, sino con expresividad y placer.

Con este concepto de estilo atractivo y atrevido, Citroën propone otra visión del vehículo económico y ecológico, que se asume perfectamente por su originalidad y su ingenio, además de ofrecer a sus ocupantes las prestaciones esenciales para su bienestar.

La búsqueda de la simplicidad: un diseño exterior divertido e ingenioso

 El C-Cactus tiene una personalidad única, atractiva, moderna y atrevida gracias a sus formas simples y a la combinación de líneas redondas y perfiladas. Su diseño original es también el fruto de decisiones estéticas ingeniosas.

La búsqueda de la simplicidad que ha guiado la concepción de este vehículo ha llevado a desarrollar soluciones que contribuyen al diseño bello y desenfadado del C-Cactus.

En la parte delantera, los faros del C-Cactus proporcionan un estilo impactante, por sus formas redondeadas y ligeramente angulosas. Están perfilados por dos entradas de aire cilíndricas recortadas en el parachoques, encima de una rejilla de aire con motivos modernos, que proporciona un toque de fuerza y energía. El capó abombado, dotado de dos tomas de aire, contribuye también al aspecto dinámico del C-Cactus.

Las líneas redondeadas del vehículo vuelven a destacar en los laterales, donde el dinamismo se acentúa gracias a la forma del techo, que parece tirar hacia delante y hacia las puertas asimétricas de acero. Su forma es novedosa, gracias a las ventanillas fijas, que han permitido evitar numerosos contratiempos en su diseño. Confieren al C-Cactus un estilo fuerte y curvilíneo. Sus formas ofrecen un fácil acceso al interior. Su tratamiento estilístico de acero en bruto tratado contra la corrosión, sin pintura ni barniz, contribuye a reducir sus costes de fabricación, además de aportar un toque de fuerza y de modernidad.

La altura de la línea de cintura del vehículo, junto con las llantas de 21 pulgadas, refuerzan el fuerte temperamento del vehículo. El diseño de las ruedas ha sido objeto de una atención especial. Las llantas anchas y los neumáticos de perfil bajo se han convertido en elementos de estilo ineludibles para la concepción de un vehículo de diseño fuerte y moderno.

Estos neumáticos específicos están decorados con motivos verdes sobre un fondo blanco impreso en el interior de un gran surco a lo largo de toda la banda de rodadura.

En la parte trasera, se recurre a los mismos códigos estilísticos, mezcla de superficies curvas y tensas, revelando así el carácter dinámico y simpático del vehículo. Los chevrones subrayan la marca Citroën y el nombre Cactus aparece en relieve en la parte baja del maletero, con una tipografía joven, moderna y suave. Las luces traseras recuerdan la forma de los faros y presentan otra originalidad: su plástico interior está recortado, lo que permite al conductor ver a través de ellas. 

Un interior de diseño, acogedor e inteligente

También en el interior, C-Cactus muestra originalidad e ingenio. Con un diseño marcado por el ahorro del material empleado y la propia elección de los materiales, los motivos de la decoración y los colores confieren al habitáculo un ambiente minimalista, fresco y estiloso. 

La elección de los materiales, que aumentan el bienestar en el habitáculo, es también novedosa. El aspecto de esos materiales da sensación de calidad. Más allá de sus virtudes estéticas, son a la vez económicos y ecológicos. De esta forma, encontramos corcho en numerosas piezas de la decoración, al igual que en la construcción de los ventiladores y del frente del climatizador. El tratamiento en blanco lacado de algunas piezas y los efectos de los materiales contribuyen a la originalidad del diseño y a la calidad percibida al interior del habitáculo.

Otra idea importante ha sido la de contribuir al estilo diferente del C-Cactus reduciendo el número de piezas y la cantidad de material utilizados. Las piezas no esenciales, como el salpicadero, han sido suprimidas y elementos habitualmente escondidos se encuentran integrados en la decoración. Es por ejemplo el caso del bloque de dirección, los conductos del climatizador o la rejilla de ajuste longitudinal de los asientos delanteros. La vista de todos estos elementos aporta un toque de originalidad y modernidad al habitáculo. El recambio del ambientador también es visible y participa en la estética del interior, a la vez que permite al conductor ver el nivel de perfume que queda.

La decoración no se ha creado por medio de adornos, sino por supresión de material. Esta idea de “decorar con el vacío” está presente en la realización de los motivos que aparecen en el interior de las puertas y el revestimiento de los asientos. Los motivos dibujados en los paneles de las puertas dejan ver el fieltro verde manzana que une el panel con la tela. El papel principal de este elemento es el de asegurar la insonorización del vehículo, pero su color y su forma hacen de él también un elemento estético por si solo.

Los mismos motivos, en forma de flores, mariposas y vegetales, que simbolizan el medio ambiente, el confort y la naturaleza, están presentes en varios elementos del habitáculo. Aparecen por ejemplo recortados en la tapicería de los asientos pintada en blanco lacado. Estos recortes dejan ver la espuma coloreada que constituye el asiento, que adquiere así una vocación estética.

Elementos para una vida a bordo fácil y agradable

El C-Cactus ofrece equipamientos de gama alta, un espacio a bordo óptimo y una modularidad ingeniosa, todo ello a un precio económico. Los pasajeros disponen así de todo el confort esencial para su bienestar.

Para empezar, la ‘llave de contacto’ del C-Cactus es un lector MP3 portátil; una pantalla táctil, situada en la parte fija del volante, reconoce la ‘llave’ y permite la puesta en marcha del vehículo.

La parte fija del volante concentra numerosas funciones. Además de los mandos habituales, integra también el velocímetro, que toma una forma particularmente original, ya que son los números, en relieve alrededor de la parte fija del volante, los que giran en función de la velocidad y se posicionan con respecto a un punto fijo.

Una segunda pantalla táctil, situada en la consola central, ofrece un sistema de navegación para guiar al conductor en sus desplazamientos y hace también de ordenador de a bordo. Este equipamiento proporciona prestaciones de alta tecnología de calidad, a la vez que contribuyen al carácter económico del vehículo, agrupando todas las funciones en un solo elemento.

La consola central integra también los altavoces activos de gama alta, cuya potencia y calidad proporcionan al C-Cactus un ambiente sonoro de gran nivel. Su ingeniosa ubicación permite limitar el cableado y beneficiarse de un coste de instalación razonable.

En cuanto al confort de los pasajeros, la habitabilidad es excelente gracias a las dimensiones del C-Cactus (4,2 metros de largo por 1,8 metros de ancho), que le permiten también disponer de un volumen de maletero generoso y modulable (de 500 a 1.100 l).

La fila trasera de asientos se desliza por un raíl para llegar a encajonarse contra los asientos delanteros. El suelo se desliza también con la fila de asientos, para dejar lugar a un subsuelo: una superficie casi plana para la carga de objetos voluminosos.

 

 

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