Miguel Fuster era muy optimista a principios de temporada. El de Benidorm creía que en su tercera campaña con el 997 GT3 y ayudado por la nueva reglamentación que divide en dos mitades el calendario podía ir a por su tercer título nacional. Su equipo llevaba meses trabajando en una nueva suspensión que estrenó en Cantabria pero que no dio sus frutos hasta el Rías Baixas. En Ourense, un rally con un buen perfil para los GT, tenía su oportunidad de recuperar la iniciativa de la partida, ya que desde abril, desde el Islas Canarias, no era capaz de ganar.
En frente, Xevi Pons, nuevo líder del nacional después de sus dos triunfos consecutivos en Santander y Vigo y que necesitaba, mínimo, un segundo puesto para poder mejorar el tercero logrado en el Islas Canarias. La súper especial de San Ciprián, con un recorrido de dos kilómetros sobre superficie mixta y que abrió el rally el viernes por la tarde le vino de perlas para crear un muro de contención de más de diez segundos de cara a la larguísima etapa de hoy. Repitió en Toén, el primero de los tramos de hoy, pero en San Pedro de Rocas (28,33 km), el Porsche barría y dejaba la ventaja del catalán en paños menores.
Pons tuvo su turno de réplica en el segundo paso por Toén, pero de nuevo el tramo largo de las secciones dos y tres fue funesto para sus opciones. El Ford Fiesta Súper 2000 pinchaba y perdía más de dos minutos, cayendo a la sexta posición y dependiendo de algún tropiezo de los de arriba para poder sumar algún punto a su casillero. La reacción de Xevi fue instantánea, con scratch en San Ciprián y Vilariño Frío, pero el paso por el tramo rey, Cañón do Sil (30,73 km) volvió a catapultar a Fuster y Aviñó a más de dos minutos.
El de Porsche no tenía ninguna necesidad de apretar. Con cerca de un minuto sobre Víctor Senra –recuperado de los problemas mecánicos que también sufrió en el shakedown-, lo suyo era dejar pasar los tramos sin más. A Peugeot 306 Maxi Kit Car le seguía el 207 Súper 2000 de Jonathan Pérez, que se veía de nuevo en puestos de podio. Pero el asturiano veía con cierta impotencia como Xevi Pons iba minando su ventaja. A falta de dos tramos, el minuto y pico se había reducido a sólo nueve segundos y parecía que en el definitivo paso por Cañón do Sil el de RMC Motorsport iba a lograr la machada de recuperar puestos de podio.
Pero no fue así. El líder del campeonato sufría una salida de carretera que dañaba el frontal de su Ford Fiesta y no podía seguir. Este tropiezo iba a dejar intacta la clasificación con Miguel Fuster y Nacho Aviñó logrando su tercera victoria de la temporada, Víctor Senra-David Vázquez a continuación a 1:11.2 y, a 2:18.3, Jonathan Pérez-Enrique Velasco, ambos equipos sumando su segundo podio de lo que llevamos de 2011.
Lejos de la cabeza, a casi cuatro minutos y medio, Joan Vinyes y Jordi Mercader (Suzuki Swift S1600) volvieron a anotarse la primera posición entre los vehículos de tracción delantera (Challenge Hankook), superando con solvencia en la general al quinto clasificado in extremis y ganador de la Evo Cup: Javier Ramos y Marcos Costoya (Mitsubishi Lancer Evo X).
Tuvieron un final de rally afortunado, ya que aprovecharon los problemas de Daniel Marbán y Víctor Ferrero (Mitsubishi Lancer Evo X) en el último tramo de Luintra para arrebatarles esa posición. Ambos se quedaron muy pronto sin su otro rival. Eugenio Mantecón y Álex Noriega volvieron a abandonar a las primeras de cambio por rotura de pistón, la misma avería de Vigo. Su equipo sospecha que el problema podría estar en la gasolina.
La sexta plaza fue de forma milagrosa para el vasco Gorka Antxustegui. El oficial de Suzuki perdió ocho minutos en la quinta especial y cayó hasta la vigésima plaza absoluta. Poco a poco y a base de registros muy competitivos –superó a Vinyes en algunos tramos- fue escalando hasta esa sexta plaza superando en el último a Marbán. En el grupo R2, Ferràn Pujol (Ford Fiesta) se impuso a Adrián Díaz (Ford Fiesta), noveno por delante del ganador de la Copa Suzuki Swift, Joan Carchat. En esta monomarca, Alberto Monarri fue segundo al superar a Pablo Pazo.
No pudo ser
Lo intentaron hasta que ya no hubo tiempo material, pero finalmente tuvieron que encajar su abandono prematuro en el rally de casa. El equipo Vallejo Racing fue el que más trabajó a lo largo del viernes para poder recuperar el Lotus Exige tras la rotura de motor del shakedown, pero la avería no tenía solución y decidieron tirar la toalla. Eso sí, su asistencia se mantuvo como si Sergio y Mocho se estuvieran jugando el rally, hasta el final, y el equipo al completo quiso mezclarse entre el público en el cuarto tramo, la segunda pasada por Toén.
Ahora el Campeonato de España de Rallys de asfalto se toma un respiro hasta los días 20 y 21 de agosto, fecha del Rally de Ferrol, sexta cita y primera de la segunda mitad del campeonato.
