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Los ocho vehículos pertenecen al total de 76 unidades del modelo Ibiza ST que han sido adquiridas por Cruz Roja Española. En este caso, se trata de la versión familiar de la gama Ibiza, denominada ST, con motor 1.2 12V de 70 CV, un vehículo que ofrece un amplio abanico de posibilidades en cuanto a practicidad y funcionalidad interior.
Estos coches servirán para facilitar el acercamiento de los voluntarios a las personas que participan del proyecto de ayuda a domicilio complementaria. Gracias a este recurso, más de 169 voluntarios de este proyecto verán facilitada su tarea de acercamiento a las personas mayores en las localidades en que Cruz Roja desarrolla este proyecto: Arucas, Gáldar, La Aldea de San Nicolás, Lanzarote, Las Palmas de Gran Canaria, Santa Lucia de Tirajana, Santa María de Guía y Telde.
Este recurso y la actividad que se realiza desde el proyecto de ayuda a domicilio complementaria son financiados por el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, a través de la subvención del 0,7 por ciento del IRPF para otros fines de interés social. Esto es posible gracias a la aportación de los ciudadanos y ciudadanas que en su declaración de la renta marcan la casilla de 'Otros fines de interés social'.
Al acto de entrega realizada en Centro Auto, acudieron por parte de Seat, su delegado para Canarias, Javier López de Arce, y de la empresa concesionaria su director gerente, Francisco Eugenio, y su gestor comercial, José Ángel Batista. Cruz Roja Española contó con una amplia representación a través de su presidente provincial de Las Palmas, Juan L. Campos, los presidentes locales Juan Carballo (Arucas), Luis Valencia (La Aldea de San Nicolás), Sergio Valentín (Santa Lucía de Tirajana) y José Peñate (Telde), además de la directora provincial de Intervención Social, Raquel Mateo y la responsable del Gabinete de Presidencia, Magdalena Hernández.
Una malla de protección social
El proyecto de Ayuda a Domicilio Complementaria pretende, desde la solidaridad por medio de la acción voluntaria, el fomento y promoción de la autonomía personal. Constituye una malla social de protección contra los riesgos de exclusión social y el deterioro que conlleva el binomio aislamiento-envejecimiento.
Además, supone una herramienta de apoyo humano para quienes ejercen los cuidados en familia. El voluntariado constituye el soporte mayoritario de este proyecto. Gracias a su intervención se evita el aislamiento de la persona mayor y se facilita su movilidad y su contacto con el entorno, ya que su actuación no se limita al domicilio, sino que, cuando las características y circunstancias de las personas mayores lo permiten, fomentan su participación en el entorno comunitario y la relación con otras personas para favorecer la ayuda mutua y el contacto intergeneracional.
