Semanas después de batir la marca de Markku Alen como el piloto con mayor número de scratch en el Mundial de Rallys, Sébastien Loeb sigue dando razones para pensar que estamos ante el mejor de la historia del automovilismo al sumar su octava corona consecutiva. WRC.com lo entrevistó ayer, todavía con el sinsabor de haber tenido que abandonar en el Rally Gales GB reciente, pero con la alegría de haber cumplido su objetivo.
Hasta este pasado sábado, cuando el abandono de Mikko Hirvonen le dio automáticamente el título, ‘Seb’ estaba empatado con otra leyenda, Michael Schumacher, como el piloto con más campeonatos. Siete contra siete, aunque en el caso del alsaciano, todos de manera consecutiva en un certamen en el que no ha dejado piedra sobre piedra desde que en 2004 sumó el primero. No hay plusmarca que no esté a su nombre y con esta octava corona, se rompe esa igualdad, rompiendo la barrera de esta especialidad y atacando el liderazgo de la disciplina automovilística. Loeb le quita importancia. “Es un nuevo récord en el automovilismo, ya que hasta ahora estábamos empatados con los siete campeonatos de Michael Schumacher. Ahora tenemos ocho así que...pero no lo quiero comparar aunque todo el mundo lo esté comentando”.
Combativo y ambicioso como ningún otro, lo verdaderamente importante para el francés es lo que ha costado conseguirlo. “Ha sido muy complicado porque hemos tenido que pelearlo mucho. Todos los rallys hemos batallado contra Mikko, Seb Ogier, incluso Jari-Matti Latvala. Terminar así después de algunos momentos malos como en Alemania, Australia y Francia, donde perdimos muchos puntos, es increíble”, afirma ‘Seb’, piloto Citroën, como mínimo, hasta 2013. La hemorragia de puntos fue tal que en Catalunya el campeonato empezó prácticamente de cero, pero la victoria en el rally español y el abandono de Hirvonen en la etapa del viernes de la prueba británica acabó dándole el campeonato. “Por supuesto que hubo mucha presión y tuvimos que darlo todo durante todo el tiempo, pero ahora estamos aquí. Eso es lo mejor”.
El Gales GB no ha sido un rally normal. Que haya niebla y toneladas de barro sí entraba dentro de los planes, pero el que Hirvonen abandonara por un toque con una rama de un árbol y, sobre todo, que el ya campeón acabara chocándose en un enlace con el coche de un aficionado fue demasiado. “Este rally ha sido una historia de radiadores”, bromea Loeb, que como su rival tuvo que quedarse entre dos tramos al romperse esta pieza que sirve para enfriar el líquido refrigerante del motor. En su caso no fue una rama, sino un conductor español que no estaba acostumbrado a conducir por la derecha... “Ocurrió algo inusual, aunque no es tan inusual porque estamos acostumbrados a ello. Íbamos en un tramo de enlace muy estrecho donde había crestas. Vi un coche que se acercaba y me aparte, pero el conductor español que finalmente golpeó nuestro coche se colocó en el lugar equivocado. En Gales se conduce por el otro lado, fue un acto reflejo instintivo. Los dos coches chocaron de frente y rompimos el radiador”.
Si Hirvonen hubiera estado en carrera, posiblemente se habrían repetido las escenas de desesperación de Sainz y Moya durante la edición de 1998 de este mismo rally, pero en versión original francesa. Entonces el dúo de Toyota perdió el título al romper su Corolla WRC una biela a sólo 500 metros de la meta final, pero para Loeb y Elena el choque no fue un problema. Así que el turista español puede dormir tranquilo... “Lo primero que Daniel me preguntó fue si el coche estaba dañado. Le dije lo que pensaba, pero me contestó que no me preocupara porque ya éramos campeones, así que no había problema. No estamos decepcionados, ya que nuestro objetivo al llegar aquí era salir con el título, y lo hemos hecho, eso es lo más importante. Nos supo mal estar fuera de la lucha con Jari-Matti, pero era sólo por diversión. Tenemos que aceptarlo. Si pudiera elegir un rally donde tuviera que suceder este accidente elegiría este, así que no hay ningún problema”.
A por los diez
Con estos ocho títulos, 67 victorias, 103 podios y 808 scratch, el contador va a seguir funcionando durante dos temporadas más. Porque aunque no quedan mayores retos que el seguir elevando el listón para los que vienen detrás, Loeb sigue enamorado de una disciplina en la que debutó en 1999. “Tengo la misma pasión que cuando empecé. Muy pronto tuve la oportunidad de pilotar un coche oficial y hoy me siento muy afortunado, sobre todo cuando estoy pilotando. Sigo disfrutando de los rallys, me gusta mucho pilotar en estas carreras, esa es mi motivación principal. No va a cambiar mi vida con siete, ocho o nueve títulos. Me gusta lo que hago”.
Dicho esto, y a pesar de que muchos creían que éste iba a ser su último año vinculado a esta modalidad, hay Loeb para rato porque de momento no hay fecha de caducidad. Malas noticias para los Hirvonen, Ogier y Latvala porque el francés quiere irse con un número redondo: el diez... “No tengo todavía en mente el día que lo dejaré todo. Sólo quiero pensar en el campeonato del año que viene. Si puedo llegar a diez títulos, mejor. Espero que pueda lograrlo, pero no lo sé. Pienso de año en año. Por ahora mi objetivo es el año que viene, después ya se verá. Tenemos que intentar todo lo posible, pero no tengo nada planeado”.
