Esta nueva versión estará disponible para todas sus carrocerías salvo la coupé-cabrio y, básicamente, lo que hace es modernizar pequeños detalles de su línea, pero sobre todo incrementar el nivel de calidad percibida. Así, el frontal incorpora iluminación de día por diodos LED y un nuevo paragolpes con pintura negra lacada y algunos detalles cromados, la colección de llantas se renueva al completo y el interior añade nuevas terminaciones. Lo más característico del habitáculo son las nuevas tapicerías, incluido un paquete de cuero y alctántara de dos tonos en tres armonías distintas.
Por último, las versiones GT y GT-Line reafirman su identidad y su orgullo por pertenecer a la estirpe de Renault Sport con una firma LED específica de tipo boomerang, tapicería con pespunte rojo, volante sport con reposapulgares, umbrales de puerta y moldura de salpicadero firmados por el departamento de competición del fabricante francés. También cabe destacar que la paleta de colores de nuevo Mégane ‘Fase II’ se enriquece con el azul ‘Majorelle’ y el blanco ‘Nacarado’.
A nivel técnico, el nuevo Mégane encierra algo más que un simple restyling. Es el primer modelo en adoptar las tres nuevas motorizaciones Energy, que según la marca aúnan placer de conducir y sobriedad. Basadas en un downsizing de nueva generación y fruto de la experiencia de Renault en la Fórmula 1, estas mecánicas incluyen dispositivos como el Stop&Start con recuperación de energía al desacelerar y al frenar. El fabricante anuncia también que estos motores han sido objeto de una cuidada puesta a punto acústica para ofrecer una sonoridad mucho más discreta que la de los que vienen a sustituir.
El primero, el Renault Energy TCe 115 es el primer motor de gasolina firmado por la marca del rombo de inyección directa sobrealimentada. Destinado a sustituir al 1.6 16V, este nuevo bloque de 1198 cc muestra un rendimiento al alza con una potencia de 115 CV (+5) y un par máximo de 190 Nm (+40) disponible en un 90 por ciento desde 1650 r.p.m. Quiere distinguirse por su suavidad y recuperaciones a bajo régimen, propias –dice la marca- de un motor diésel.
Pero el Energy TCe 115 se distingue por encima de todo por ser el motor 1.2 de gasolina más eficiente del mercado al disminuir su gasto de combustible en un 25 por ciento. Impulsado por este propulsor, el Mégane 2012 sólo consume 5,3 l / 100km en ciclo NEDC, un récord para un modelo de gasolina de esta categoría y que representa un ahorro de casi litro y medio a los 100 km. Las emisiones de CO2 alcanzan los 119 g/km, logrando la exención total del impuesto de matriculación en España, y la autonomía de más de 1.000 kilómetros se asemeja a la que se obtiene con los modelos diésel.
El Mégane de 2012 contará igualmente con dos de los mejores motores diésel de su categoría. El Energy dCi 110 es el 1.5dCi, el motor preferido entre los conductores de un Mégane y que ahora se transforma a la vez que recoge el contenido tecnológico estrenado el año pasado en el Energy dCi 130. Con ello logra unas emisiones de CO2 y un consumo por debajo del listón de los 95 g y de 3,8 l/100 km en ciclo mixto. Con casi un 12 por ciento menos, el Mégane se posiciona así entre los tres mejores vehículos de su segmento en materia de eficiencia energética. Y todo ello mientras se mantienen las prestaciones gracias a un par motor mayor (260 Nm, es decir 20 Nm adicionales, disponible desde 1.750 r.p.m.).
El siguiente escalón lo marca el Renault Energy dCi 130. Al desarrollar 130 CV y 320 Nm, es el 1.6 diésel más potente del mercado, aunque de lo que más presumen en Francia es de sus recuperaciones limpias y eficaces desde 1.750 r.p.m. Montado en el Mégane, su consumo es de 4.0 l/100 km en ciclo mixto, un 20 por ciento menos con respecto al antiguo motor 1.9 dCi 130, y sólo emite 104 g de CO2 /km.
Más tecnología
Con el triple objetivo de incrementar la seguridad, facilitar la conducción y maximizar el bienestar a bordo, esta versión 2012 del compacto francés se aprovecha de un nuevo y más amplio equipamiento tecnológico. Como los Scénic y Grand Scénic, adopta el dispositivo Visio System, una cámara fijada en el parabrisas -detrás del retrovisor interior- que mejora la visibilidad nocturna y ayuda a que el conductor se mantenga alerta gracias a una doble funcionalidad: la de luces de carretera automáticas y la alerta en caso de salida de carril.
También añade un asistente de arranque en pendiente que, asociado al freno de parking, mantiene la presión en los frenos durante unos segundos, los que tarda el conductor en embragar sin que el vehículo retroceda. Por su parte, el intermitente ‘modo autopista’ aumenta el confort al conducir: una leve pulsación en el mando del intermitente activa una serie de tres señales para avisar del cambio de carril.
Además, el sistema de ayuda al aparcamiento cuenta con una cámara trasera para visualizar con precisión el entorno del vehículo y su trayectoria, lo que le permite ajustar la maniobra. Por último, la climatización automática bizona está equipada con un captador de toxicidad que controla la calidad del aire del habitáculo y activa automáticamente su reciclaje.
