No ha sido una carrera fácil para Stephane Peterhansel. Sus compañeros en el equipo Mini Monster Energy X-Raid y la sorprendente candidatura de los Hummer de Gordon y Al-Attiyah durante algunas fases de la carrera le han dado cierta emoción a esta edición del Dakar en la que el francés ha obtenido sólo tres victorias de etapa. Pero ya se sabe, el raid por antonomasia es una carrera de fondo y aquí el que acaba marcando diferencias es el más regular. Y ése ha sido ‘Peter’.
Después de cuatro años de sequía ha vuelto el piloto leyenda, un hombre que después de arrasar con Yamaha en la categoría de motos al llevarse seis de los ocho dakares en juego desde 1991 hasta 1998, decidió liarse la manta a la cabeza y pasarse a los coches. Le llevó algunas ediciones aclimatarse al volante, pero en 2004, con Mitsubishi, se convirtió en el segundo piloto tras su compatriota Hubert Oriol en ganar la prueba en ambas categorías. Repitió en 2005 de nuevo con la marca japonesa y dos años después, 2007, cerró la serie con su tercer triunfo antes de que Volkswagen Motorsport arrasara en las tres ediciones sudamericanas de la carrera, desde 2009 y hasta 2011.
Dos temporadas después de haber fichado por X-Raid y con el adiós de Volkswagen de por medio, Stéphane Peterhansel ha vuelto a tener un coche competitivo en el Mini All4 Racing -en realidad una versión evolucionada del antiguo BMW X3 CC que había conducido en 2010 y 2011- y ha sumado su décimo triunfo absoluto en el Dakar, el cuarto en coches y el primero fuera de la que parecía ser su casa, el continente africano.
“Cuando uno lo piensa es complicado ganar un Dakar, es increíble pensar que he conseguido ganarlo en diez ocasiones. Hacía mucho tiempo, hacía cinco años que no ganaba de nuevo. Y lograrlo en Sudamérica supone un gran alivio” comentó Peterhansel después de conseguir hacerse con su décima estatua del tuareg. Sobre la carrera el francés ha dicho que ha sido una de las más hermosas de su vida. “La carrera ha estado muy reñida durante la primera semana y la presión ha sido constante hasta el final. Sobre todo es estupendo poder aportar una victoria para el equipo X Raid. Sven Quandt llevaba mucho tiempo esperando. Esta carrera es estresante, emocionante y apasionante, así que se disfruta realmente al final. La victoria más hermosa para mí será siempre la primera en moto, pero la de hoy también tiene un sabor particular. Empezaba a dudar, a sentirme mayor, a sentir que ya no rendía igual o que no estaba hecho para Sudamérica... y la final todo nos sonríe. Guardo aún una bandana azul de mi época en motos. No se lo he dicho a nadie, pero ha permanecido en mi bolsillo durante toda la carrera. Es el regreso de la bandana azul”, un amuleto que le ha acompañado en sus victorias más importantes.
Hoy el francés que partía con una cómoda ventaja en el general sobre su único rival superviviente, el español Nani Roma, terminó en la décima plaza de la general, a 3:12 de Robby Gordon, ganador en esta última especial y protagonista de las imágenes más espectaculares de esta edición del Dakar.
Su compañero, el catalán Nani Roma, ha completado una sólida actuación, progresando de menos a más a medida que transcurrían las jornadas y sin registrar errores de importancia. El de Mini ha firmado el octavo mejor crono de la última especial, que transportaba a la caravana hasta Lima, sede del podio final, donde el de Folgueroles nos hacía llegar su primer balance: “Estoy muy satisfecho de la carrera que he hecho y de cómo hemos evolucionado en la misma. Hemos ganado tres etapas y no hemos cometido errores de importancia salvo el enganchón de ayer, por lo que podemos estar realmente contentos. Con todo, no ha sido un Dakar fácil para mí. En la primera semana he notado la falta de ritmo de competición, pero en los siete últimos días puedo estar satisfecho de cómo hemos corrido, y he podido enfrentarme realmente con Stephane Peterhansel.”
Su compañero, el español Nani Roma ha finalizado el Dakar en segunda plaza, a 41:56 de Peterhansel, y con 32 minutos de margen sobre el Toyota de Giniel de Villiers. El español ha disfrutado como nunca el regreso a un podio dakariano, que no pisaba desde el año 2006, cuando pilotaba para el equipo Mitsubishi, su mejor resultado en coche hasta la fecha. Roma aprovechaba la circunstancia para trazar un contraste con el pasado y mirar hacia el futuro: “Si miramos dónde estábamos hace un año y lo comparamos con el resultado de hoy, tenemos motivos para estar más que contentos. Todo ello prueba que en la vida, si persigues las cosas y demuestras pasión y ganas, todo es posible. Ahora toca empezar a plantear el resto de la temporada con calma”.
Roma tiene contrato con X-Raid por un año y trabajará desde ahora para cerrar su calendario de pruebas de la Copa del Mundo de Rallys TT.
