Parece que definitivamente la aventura más o menos conjunta del Grupo BMW y Prodrive en el WRC está a punto de acabarse. Aunque Richard Taylor salió al paso de los rumores sobre la ruptura entre las dos partes, lo cierto es que medios cercanos a uno y otro bando afirman que ésta se producirá a principios de esta próxima semana.
De nuevo es el grupo alemán, propietario de Mini, el que quiere romper el contrato que los une hasta finales de esta temporada 2012 y siempre con la financiación del programa como mar de fondo. En BMW, además de las diferencias que mantienen con David Richards, siguen sin estar dispuestos a asumir los costes extras del desarrollo del John Cooper Works WRC que deberían haber corrido a cargo de Prodrive. Pero la imposibilidad de contar con un patrocinador potente ha llevado a la estructura británica a un callejón sin salida, limitando la que debía ser su primera temporada al completo a sólo diez u once rallys, reduciendo el sueldo de su piloto oficial y poniendo a subasta el segundo asiento que debía ser de Kris Meeke.
Lejos de desenquietar la situación, parece que el fenomenal arranque de temporada de Sordo en Montecarlo –fue segundo sumando además el tercer podio para Mini en siete participaciones- no ha hecho sino enfrentar más los dos bandos. Prodrive ha tenido un argumento de peso para demandar una mayor inversión y en Alemania han decidido que hasta aquí se ha llegado. Autosport.com, el medio que ha seguido este asunto más a pie de campo, ponía como fecha de caducidad al acuerdo este pasado viernes, pero con la opción de que se hiciera público a principios de la que viene. Quizá este lunes, cuando en su sede de Banbury se celebre una reunión de la cúpula de Prodrive.
Además de dejar de nuevo en el alambre a una de las tres marcas implicadas de manera oficial en el WRC –campeonato que no sale de una para meterse en otra-, el final del contrato que ha llevado a Mini de vuelta al mundial será un revés en el programa de Dani Sordo. El cántabro, que esta vez hará equipo con Patrik Sandell, ya está preparando el Rally de Suecia, una de las pruebas más difíciles de la temporada para cualquier piloto no escandinavo. Los rumores dicen que las riendas de todo el proyecto podrían acabar en manos de un equipo italiano -Maxrally afirma que incluso el ganador del Dakar X-Raid u Oreca también aspiran a ello- y, otros, que Prodrive se quedaría solo al timón sin ayuda alguna del Grupo BMW.
