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Demasiado Loeb

  • Latvala volcó y dañó la jaula de seguridad de su Fiesta RS WRC

La tiranía de Sébastien Loeb (Citroën DS3 WRC) en el Mundial de Rallys no tiene fin. En México, tercera cita de la temporada tras Montecarlo y Suecia y primera en tierra, ha conducido con la precisión de un cirujano para ir incrementando segundo a segundo su ventaja hasta los 42,4 con los que ha terminado los 23 tramos disputados.

El número uno de Citroën ‘sólo’ se llevó seis scratch, pero fue claramente el más fuerte y el que cometió menos errores, un factor que acabó decantando el rally de su lado. Ya el sábado estaba claro que, salvo accidente o avería, la prueba mexicana iba a ser, como en las cinco ediciones anteriores, suya, pero quedaba el examen final de Guanajuatito. Como antepenúltimo tramo sus 54,3 kilómetros iban a ser definitivos, pero lo fueron a partir de la tercera posición. Jari-Matti Latvala (Ford Fiesta RS WRC), que había remontado el minuto y medio perdido el viernes por una rotura de suspensión y un pinchazo del viernes, volcaba y se dejaba siete minutos más para caer a la séptima plaza. Sin embargo la jaula de seguridad sufrió daños y tuvo que abandonar. Otro cero más tras el de Montecarlo.

Mikko Hirvonen dio un sonado doblete a Citroën en un terreno en el que esperaba estar un poco más cerca de su compañero de equipo. Petter Solberg (Ford Fiesta RS WRC) fue el más beneficiado por el abandono de su compañero Latvala. Su tercera posición a más de dos minutos de Loeb suponía el segundo podio de la temporada y, además, con los tres puntos extra del ‘Power Stage’.

A diferencia de Suecia, Mads Østberg no pudo esta vez con Solberg y tuvo que conformarse con la cuarta posición por delante del estonio Ott Tänak. Muy buen papel de Nasser Al Attiyah con el DS3 WRC semioficial. El catarí, ganador del Dakar 2011, logró el viernes su primer scratch absoluto y en tramos como el de Guanajuatito impresionó al marcar el cuarto mejor registro. Acabó la prueba más dura de lo que llevamos de temporada en séptima posición por delante de Armindo Araújo, el nuevo oficial de Mini y que terminó a casi trece minutos del ganador.

Sébastien Ogier (Skoda Fabia S2000) cumplió con la exigencia de llegar a meta a toda costa impuesta por el equipo Volkswagen Motorsport, aunque perdiendo un cuarto de hora respecto a la primera posición y con siete minutos y medio respecto a Ken Block, otro de los perjudicados por la antepenúltima especial. Peor le fue a su compañero Chris Atkinson, que tuvo que bajarse de su Fiesta RS WRC por segunda vez al romper la amortiguación. El ruso Evgeny Novikov, con otro Ford, también abandonó al salirse de la carretera cuando marchaba undécimo. Ricardo Triviño cerró las diez primeras posiciones con el español Álex Haro de copiloto.  

 

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