Mikkelsen o Kopecky, Kopecky o Mikkelsen... Consultes a quien consultes, hay muy pocos que escapen a esta dicotomía. Es una cuestión de números y de rachas; de potencial de coche y también, por qué no, de egos. El checo lleva tres años siendo subcampeón del IRC y puesto que a día de hoy parece que Skoda Motorsport ha querido reservarlo para el nacional de su país, quizá haya pasado ya su tren para lograr el título. Imponerse aquí a quien es la apuesta de la marca para sumar el tercer IRC consecutivo sería una manera sutil de reivindicarse.
Los números avalan a Kopecky, ya que sus cinco victorias en este campeonato han sido siempre conduciendo su Fabia en asfalto: dos en la República Checa (2009 y 2011), una en Hungría (2011) y dos en España, la primera en Asturias (2009) y la última en Canarias (2010).
Andreas Mikkelsen viene en racha y su cambio de discurso de estos últimos días –de “sería feliz terminando en el podio” a “vamos a ponérselo difícil a Jan”- puede ser indicativo de que quiere quitarse de encima la etiqueta de ‘piloto de tierra’ que sigue colgada en su solapa. Recordemos que otro nórdico con ese mismo sambenito, Hänninen, lo logró el pasado año y que toda esta temporada va a estar bajo la lupa de Kris Nissen y Volkswagen Motorsport. Qué mejor forma de hacer olvidar nombres como el de Hans Weijs para acompañar a Ogier en 2013 que ganando en hielo, tierra y asfalto.
Los dos oficiales ‘de fábrica’ de Skoda son los favoritos pero todos conservamos una cierta esperanza de que Luis Monzón y José Carlos Déniz les planten cara con el Peugeot 207 Súper 2000 de Delta Rally. La lógica nos dice que no podrá ser, pero esa ilusión está ahí y seguro que los aficionados aguardan con el corazón en un puño cuando por la radio se cante el tiempo de los satauteños.
La victoria será muy difícil, pero el podio no deja de ser factible. Sepp Wiegand- Timo Gottschalk son oficiales de Skoda Auto Alemania y también tienen material del bueno bajo el capó de su Fabia. Sin embargo es su primer rally en asfalto con un Súper 2000 y aunque en Azores terminó tercero y ha hecho dos jornadas completas de test entre Era del Cardón, Tejeda y el Circuito de Maspalomas, sería una machada que estuviera en los tiempos de Monzón. Hermann Gassner-Klaus Wicha deberían estar un peldaño por encima en este rally con el Fabia de Red Bull, lo mismo que otro piloto Skoda, el asturiano Alberto Hevia o quizá el Peugeot de Jonathan Pérez.
Y ya en otro escalón, nombres como Rashid Al Ketbi (Skoda Fabia S2000), Oleksandr Saliuk (Ford Fiesta S2000), Oleksii Tamrazov (Ford Fiesta S2000) o el húngaro Janos Puskadi, que aquí estrena un Súper 2000 tras dejar aparcado el R3 con el que logró la tercera posición final de la IRC 2WD Cup en 2011.
2WD y Production Cup
A propósito de esta copa de dos ruedas motrices, los favoritos indiscutibles son Joan Vinyes y Gorka Antxustegi, los dos oficiales de Suzuki y que pilotarán por tercera temporada un Swift Súper 1600. Yeray Lemes –copilotado aquí por Samuel Vega- no tiene otra obligación que la de volver a tomarle la medida al Ford Fiesta R2 de cara a su cada vez más difícil regreso a la WRC Academy, aunque si puede dejar su firma con un papel soberbio, mejor que mejor. Ángel Marrero y Víctor Marrero intentarán repetir el podio del pasado año con un Honda Civic Type R R3, misma montura que estrenarán aquí Germán Hernández e Israel Pereira.
También habrá representación foránea aquí, con los británicos Harry Hunt-Robbie Durant (Citroën DS3 R3T), los franceses Robert Consani-Cedric Beynet (Renault Mégane RS N4) y las búlgaras Ekaterina Stratieva-Carmen Gaureanu (Citroën C2 RS Max).
Menos poblada, la otra copa creada en torno al IRC, la de ‘Producción’ contará con el líder provisional, Ricardo Moura-Antonio Costa (Mitsubishi Lancer Evo IX). Los portugueses se medirán a los locales José Luis Barrios-Amaranto Martel (Subaru Impreza WRX STI) y a los rumanos Marco Tempestini-Dorin Pulpea (Subaru Impreza R4).
Un rally como ninguno
Puntuable para el IRC desde 2010, respecto al año pasado –con aquel formato concentrado en poco más de 24 horas-, la edición de 2012 ha ampliado su recorrido en más de 50 kilómetros al añadir otras tres especiales más al itinerario. Los aficionados echan de menos los dos tramos nocturnos de 2011 –uno en realidad porque el último del viernes tuvo que ser cancelado por la avalancha de público- pero a cambio seis de las quince especiales tienen una longitud de más de veinte kilómetros. La más breve será la del Gran Karting Club de Tarajalillo, de sólo kilómetro y medio y a diferencia de la pasada edición cuando se rescató del olvido, esta vez pondrá punto y seguido al rally cerrando la primera etapa. El más largo, Artenara, de 24,67 kilómetros.
Los pilotos del IRC dicen de este rally que requiere una puesta a punto perfecta del bastidor y que unas buenas notas son vitales para poder mantener la velocidad correcta en cada curva a medida que se asciende o se desciende por los tramos. Cómo no, otro de los aspectos en los que coinciden pilotos e ingenieros es en lo abrasivo de nuestras carreteras, una característica que se debe al uso de pequeñas piedras de origen volcánico a la hora de elaborar el asfalto. Esto proporciona a los coches un elevadísimo agarre incluso con el firme mojado, pero a cambio consume los neumáticos muy rápidamente. Por último, no es un rally en el que se produzcan demasiados pinchazos porque hay pocas oportunidades para poder cortar por dentro en las curvas, lo que hace que la cinta asfáltica permanezca bastante limpia durante la prueba.
