El nuevo integrante de la gama eléctrica de la marca francesa es un vehículo revolucionario en muchos aspectos. Empezando por su arquitectura biplaza, con dos plazas una detrás de la otra, lo que lo asemeja más a un scooter que a un mini utilitario urbano. Además llega con dos mecánicas posibles: una de 9 CV que se podrá conducir con la licencia para ciclomotor y una de 20 CV que exigirá tener como mínimo el carné A1 para motos. Si esto es así es porque la diferencia de potencia repercute en la velocidad máxima: 45 km/h para el más pequeño y 80 km/h para el más potente.
Las primeras unidades están ya en el concesionario de Rafael Afonso y con tres versiones posibles: Urban, Color y Technic. La primera es la más básica y accesible, la Color es la que ofrece mayor número de elementos personalizables y la Technic la más equipada. Desde comunicación de esta empresa que representa Renault y Dacia en Las Palmas de Gran Canaria se incide de nuevo en su apuesta por la innovación porque están seguros de que con los vehículos eléctricos se avecina una nueva revolución. "Llega una nueva era y nosotros estamos en ella", se afirma desde el departamento de comunicación del grupo.
Respecto a las baterías, la marca declara una autonomía -según ciclo homologado- de 100 kilómetros y precisa tres horas y media para realizar una carga completa en una toma de luz doméstica. Para ello tiene un cable con forma de espiral situada bajo una trampilla en la parte delantera del vehículo. El Twizy se fabrica en la nueva planta ZE que el grupo tiene en Valladolid, con 9.000 metros cuadrados destinados a este modelo y en la que se ha hecho una inversión total de ocho millones de euros.