El Rally Cantabria, segunda prueba del nacional de asfalto, se convirtió por culpa de la lluvia en una trampa de la que muchos no pudieron escapar. Una carrera de esas que, a pesar de llegar tan pronto en el calendario, bien puede marcar el devenir del campeonato y de la que el asturiano Jonathan Pérez salió muy reforzado.
Y eso que el de Peugeot tenía todas las papeletas el viernes tras la primera etapa para que fuera el rally cántabro el descartado al final de temporada. En la primera sección Pérez se equivocaba con la elección de neumáticos y no podía evitar perder un saco de segundos que lo relegaba a la séptima posición de la provisional. Para lapidar toda esperanza de podio, los interfonos dejaban de funcionar en la tercera especial, la celebrada de noche y bajo una fuerte lluvia.
Ya el sábado, Pérez y Velasco pudieron por fin remontar el vuelo en el primer paso por ‘San Roque-Villacarriedo 1’ y ‘Santibañez-Vega 1’. A esas alturas del rally los abandonos se iban sucediendo uno detrás de otro, pero los del Peugeot se iban encontrando cada vez más cómodos y tras verse quintos con posibilidades de atacar ese podio que parecía imposible sólo medio día antes, pasaron al ataque en la última sección con un segundo mejor crono y un scratch que acabó dándoles la segunda plaza in extremis. Además, como premio especial, se convertían en los nuevos líderes del Campeonato de España.
“Antes del último bucle vemos posibilidades de meternos en el pódium, por lo que decidimos ir a por todas. Después de los muchos problemas de la primera etapa, en el equipo supimos mantener la calma y plantear la carrera con la cabeza. A última hora vimos nuestra gran posibilidad y exprimimos al máximo, teniendo la suerte de cara, finalizando segundos”, resumía el asturiano que en el próximo Rally Rias Baixas llevará el número uno en su Peugeot 207 S2000.
