Cuando a mediados del pasado año decidió volver sobre sus pasos para –presupuesto mediante– subirse otra vez a un Porsche, el parcial de resultados de Sergio Vallejo invitaba a pensar que esta temporada tocaba paseo militar del gallego. Sus tres triunfos y un podio en cinco participaciones con el 997 poco tienen que ver con el solitario podio que junto al quinto de Ourense, el octavo de Cantabria y el noveno de Rías Baixas ha obtenido junto a su hermano Diego en lo que llevamos de 2012.
Pero a pesar de lo que se podría considerar una primera mitad de temporada desastrosa, Vallejo se mantiene tercero de la provisional del campeonato y de momento le salen las cuentas para poder inquietar al otro lobo del CERA, el alicantino Miguel Fuster, líder con dos triunfos y un pilotaje perfecto. “Esperamos un cambio y que nos abandone la mala suerte que nos persiguió en Vigo y Ourense” explicó en el programa Kilómetro 103 de Radio Canarias que presentan Agustín Déniz y Roberto Martí.
Sus esperanzas pasan por Ferrol, pero sobre todo por un Rally Príncipe de Asturias que comparte con Canarias un coeficiente máximo. “Ferrol es importante porque ahí necesitamos terminar por delante de Fuster y Vinyes, que están por encima nuestro en el campeonato. Pero donde de verdad nos jugaremos mucho será en ‘el Príncipe’. Será el más importante a la hora de saber si estamos ahí o no, si podemos aspirar al título en ese tramo final de la temporada”, añadió.
Su situación en el campeonato sería otra si no hubiera sido por la lluvia que ha caído en la mayor parte de los rallys que se han disputado hasta ahora, pero sobre todo si no hubiera sido por los pinchazos. “Algunos fueron consecuencia de errores míos de pilotaje, pero en cinco años con el Porsche nunca había pinchado y, sin embargo, esta temporada han sido tres seguidos. Ha habido errores, pero esto sólo se explica con algo de mala suerte”, afirmó el lucense.
Los pinchazos son el talón de Aquiles de los GT. La falta material de espacio en el interior o en los bajos hacen imposible llevar un recambio ni de las ruedas delanteras ni de las traseras. Sólo cabe una tipo ‘galleta’ o de emergencia y en esas condiciones pinchazo es sinónimo de perder el rally. Vallejo no ve alternativas que no supongan una elevada inversión. “Según el preparador en campeonatos como el francés había unidades que al tener un arco de seguridad diferente tenían sitio para una rueda delantera. Pero tampoco es la solución y para poderlo lograr habría que hacer muchos cambios que requerirían un presupuesto extra que no tenemos”, argumentó.
A sobrevivir en Ferrol
De nuevo con el punto de mira puesto en el tercer y último rally gallego del nacional de asfalto, el de Ferrol, el ‘Lobo de Meira’ cree que será un fin de semana “para resistir” y allí serán los pilotos con Súper 2.000 o los R4 los que podrán aprovechar toda la capacidad de tracción de sus coches. “Es cierto que he ganado en dos ocasiones en el pasado con el Porsche, pero siempre fue por problemas de mis rivales. Será una de esas carreras en las que habrá que pelear para sobrevivir”.
Respecto al interés adelantado por MotorEnLinea.es de Luis Monzón de conseguir la aprobación en el reglamento técnico del próximo año de los WRC 1.6 Turbo con brida pequeña –al estilo del Ford Fiesta RRC o del Mini JCW S2000 de Prodrive–, el gallego de Porsche cree que esto sólo sería necesario en caso de que el aspirante a subirse en uno de estos coches disponga de un gran presupuesto.
En este sentido y después de cinco años compitiendo con un 911 GT3 sigue creyendo que es la mejor opción, por mucho que algunos pilotos aseguren que hay que hacer un desembolso desproporcionado para hacerse con una unidad competitiva. “No estoy de acuerdo con quien dice que un R4 es más económico. Yo corro con un coche que cuesta unos 120.000 ó 130.000 y aunque el de Fuster pueda tener alguna cosa más, estamos hablando de extras que pueden costar 15.000 euros. Es la realidad y es lo que hay. Son coches competitivos”.
Vallejo no le quita el más mínimo mérito a las campañas que está haciendo Miguel Fuster. El alicantino es el vigente campeón, el líder del campeonato y el hombre a batir, algo que no se debe a esas “cosas de más” que puede tener su coche. “No creo que sea su coche lo que marca la diferencia”, admite Vallejo, “tiene el Porsche muy muy por la mano y está yendo muy rápido”.
En su opinión los prejuicios en torno a unos coches que siempre han estado en el ojo del huracán de las críticas de quienes se baten el cobre contra ellos se deben al respeto que se les tiene. “Hay miedo a competir con ellos porque los pilotos solemos pecar de conservadores. Eso la mayoría, porque yo soy de los que inventan; siempre me tiro a la piscina y luego veo si hay agua dentro”.
Foto: Vallejoracing.com
