En 1962, hace ahora cincuenta años, Alfa Romeo dio con la fórmula del éxito: más diseño y más innovaciones técnicas. Hoy, medio siglo después, todos los fabricantes la repiten en sus lanzamientos, pero pocos podrán tener el honor de pasar a la historia como lo hizo la marca italiana con el Giulia.
Este modelo es clave para entender el crecimiento de Alfa Romeo a lo largo de la segunda mitad del pasado siglo y toda esa tradición, ese aire retro, sobre el que pivotan buena parte de todos los vehículos de su gama actual. Los vigentes Giulietta y MiTo, nacidos en el Centro Stile, dan continuidad a ese espíritu combinando un diseño genuinamente italiano con la aplicación de las últimas tecnologías.
El 27 de junio de 1962 se prendió la mecha con la presentación a la prensa mundial. La marca sacó pecho de aquel primer Giulia TI en un escenario perfecto como el circuito de Monza, un trazado que era su particular campo de pruebas y donde se había labrado parte de su reputación como fabricante de vehículos deportivos.
Desde 1962 y hasta 1977 se vendieron un millón de unidades del Giulia. Eso en quince años lo posicionó como uno de los coches más representativos de la historia de la marca de Biccione. Se convirtió en uno de los exponentes en materia de diseño, motores y, muy importante, fiabilidad. También tuvo su alter ego en los circuitos, el Giulia Sprint GTA que debutó en 1965 en Brianza.
Para homenajear este símbolo, ‘Alfa’ ha ideado un logo que hunde sus raíces en el viejo eslogan con el que se dio a conocer: “diseñado por el viento”, haciendo alarde de la aerodinámica de esta berlina cuyo cx (0,34) todavía hoy impresiona. Este valor fue resultado de un diseño que se consideró revolucionario y que, salta a la vista, era muy personal.
Otro símbolo histórico
Junto al Giulia, Alfa Romeo también celebra los cincuenta años de Balocco, en cuyo recorrido se llevó a cabo el desarrollo técnico de los vehículos, tanto de competición como de calle. El Giulia, sin ir más lejos, se probó y se desarrolló en este circuito con más de 80 kilómetros de pistas de todas clases. Tanto que no sólo se afilaron en él coches de corte deportivo, también camiones y vehículos especiales.
Con la adquisición de Alfa Romeo por parte de Fiat en 1987 se dio un nuevo impulso, añadiendo seis nuevas pistas, como la de alta velocidad, que se estrenó en 1992 con una longitud de más de siete kilómetros. Es precisamente aquí donde los diseñadores someten a sus modelos actuales y futuros a un programa de pruebas para lograr un máximo de calidad, las mejores sensaciones y las mayores prestaciones.
