Se podría decir que en la renovación del Mundial de Rallys ha sido antes la gallina que el huevo. El Consejo Mundial de la FIA aprobó este pasado viernes la reestructuración de las distintas categorías de este campeonato en cuatro escalones como una forma de simplificar un certamen que va a recibir un buen puñado de modelos la próxima temporada.
Además de los genuinos WRC y la WRC Academy rebautizada como Campeonato FIA WRC Junior, habrá otras dos categorías. La WRC-2 englobará todos los vehículos de tracción total, es decir los actuales Súper 2.000, su relevo, los R5, además de los R4 y los Grupo N. Mientras la WRC-3 concentrará los grupo R con tracción delantera, los R1, R2 y R3. Salvo el ‘Junior’ que en principio mantendrá su condición de copa monomarca con los Ford Fiesta R2 de M-Sport, las demás categorías van a recibir nuevos efectivos que van a revitalizar un campeonato que no atravesaba su mejor momento.
Entre los WRC, ya lo saben, Volkswagen desembarcará por fin con su Polo R. A pesar de su condición de marca novata, el extensísimo programa de pruebas, la calidad de su piloto número uno –Sébastien Ogier– y la cantidad de recursos invertidos desde Hannover –de hecho todo el departamento de competición se ha reestructurado para potenciar el proyecto WRC– hacen que sus rivales estén muy expectantes para saber de qué serán capaces en su primer año.
Hyundai será la quinta marca de esta categoría reina con su i20 WRC. El coche se mostró por primera vez en el pasado Salón del Automóvil de París y lo cierto es que salvo las generalidades que impone el reglamento técnico actual, no se dio mucha más información. El coche se va a desarrollar por Hyundai desde Europa –no como el Accent WRC que estuvo a cargo de los británicos MSD– y aunque los medios hemos dado por hecho que aterrizará ya la próxima temporada, la marca no ha ofrecido un calendario cerrado.
En el segundo escalón, el de los R5, también va a haber suculentas novedades. El primero en tirar la piedra ha sido Peugeot, que lleva meses trabajando en su 208 y en París presentó el primer prototipo. A cargo de Bertrand Vallat (padre también del 207 Súper 2000), su desarrollo técnico y homologación terminará previsiblemente en el segundo trimestre de 2013.
Ford también se han subido al carro de los R5. M-Sport ha creado alrededor del actual Fiesta una verdadera escalera de versiones que van desde el básico R1 hasta el RS WRC pasando por el Súper 2000 y el RRC sin olvidar el R2. La marca del óvalo azul tenía que tener un R5 y según Autosport.com en Cumbria llevan desde mayo de este año trabajando en él para poder a trabajar en su puesta a punto desde finales de 2012 o principios de 2013.
Precios y mantenimientos contenidos
Tanto Peugeot como Ford han puesto el acento en la contención de gastos para que el coche sea ya no sólo ‘accesible’ a la hora de comprarlo; también más económico de mantener y más sencillo a todos los niveles. Dicho de otra manera, que no requiera de un ingeniero cada vez que haya que moverlo...
Que se unan más marcas en esta categoría que, además, será la base del futuro campeonato resultante de la fusión del ERC y el IRC es cuestión de tiempo. Aunque Ford ha empleado un nuevo motor, transmisión y electrónica para la creación del R5, Mini tiene una excelente base en su Súper 2000 con motor 1.6 Turbo. Sería muy extraño que Prodrive no tenga en proyecto desarrollar un John Cooper Works R5. Ni el preparador británico ni tampoco Skoda Motorsport se han pronunciado al respecto.
Curiosamente Citroën llega el último –y casi tarde– a la moda de los RRC, es decir, una variante de los WRC con limitaciones en aspectos como la brida de admisión y aerodinámica para poder competir contra los Súper 2000. Su DS3 RRC bien podría ser otro modelo puente de cara a un posible R5, pero sería extraño que PSA duplicara su oferta en esta categoría al tener ya el Peugeot 208 R5. El Citroën debutará en el Rally du Valais suizo, la última cita del ERC, en manos del belga Pieter Tsjoen.
En el tercer peldaño, el de los WRC-3 también habrá novedades de la mano de Citröen Racing. El DS3 R1 se presentó en el Rally de Alemania pero sin embargo lleva desde marzo homologado. Se trata del primer peldaño antes del R3, el inminente RRC y, por supuesto, antes del imbatible WRC. Además es rival de un coche que ha generado un enorme interés, el Yaris R1 de Toyota, un coche con motor 1.4 y que muchos creen que es un primer y tímido paso antes de que TMG desembarque con todo su potencial en la categoría reina algún día. Peugeot también tiene listo ya el 208 R2 después de un programa de test especialmente intenso desde que participó como ‘coche cero’ en el Tour de Corse.
