Si la primera edición del Rallysprint de Valleseco estuvo marcada por ciertos episodios que minaron su continuidad, 25 años después, y como un oscuro homenaje digno de la mente más retorcida, el caos se adueñó unos instantes de los prolegómenos de la prueba. La razón, la Guardia Civil, quizás, con un exceso de celo en su labor de velar por la seguridad de todos los asistentes, desaconsejaba el paso por el pueblo de Valsendero, esgrimiendo razones de seguridad.
A simple vista y desde la experiencia que nos otorga el llevar algunos años en esto, todo parecía estar bajo control. Sin embargo y ante una actitud que no admitía discusión, la organización no tuvo más remedio que aceptar sus recomendaciones, acortando el tramo en un kilómetro y medio. Detrás quedaba el paso por el pueblo, el Barranco de la Virgen y un centenar de aficionados que alertados por esta situación, iniciaron una lenta pero continuo peregrinaje hacia el nuevo trazado. El calor, como era previsible, empezaba a adueñarse del entorno no obstante ni una ni otra circunstancia mermó la capacidad 
de la Escudería Aterura que en tan solo unos minutos tuvo todo a apunto para iniciar esta segunda edición del Rallysprint de Valleseco.
La ausencia de Raúl Santana-José Suárez con problemas ‘serios’ con la electrónica de su vehículo, dejaba algo mermada la lista de participantes. Situación que empeoraría tras el abandono por avería de Orlando Sánchez-Marcos Sánchez durante las mangas de entrenamiento. Estas tandas permitieron, a modo de toma de contacto, cogerle el pulso a un trazado desconocido para la mayoría de los equipos y que tras el recorte, subía exponencialmente su media de velocidad.
Toñi Ponce, en su segunda aparición esta temporada tras su paso por la Subida a Arucas, tuvo un día de competición medianamente tranquilo. Todo lo contrario que Miguel Ángel Cabral, su principal oponente en la lucha contra el crono. Ponce ponía a la caballería en marcha desde la primera especial en bajada, marcando un tiempo de referencia de 2:31,8. En ese instante, Cabral condicionaba toda su participación por culpa de la rotura de un palier trasero. Una circunstancia que no le llevaría al abandono pero si a perder más de 10 segundos con respecto al líder y lo más importante, plantearse el resto de la competición con ciertas reservas.
Por detrás, José Manuel Asencio y un sorprendente Fran Suárez, se colocaban en puestos de provisionales de pódium. El Citroën C2 de Suárez se defendía como un jabato en los tramos de bajada y ello le permitía mantenerse a poca distancia de su antecesor. Pero poco le duró la alegría a Asencio que en su primer envite en subida sufría una pequeña salida, rompiendo el alerón trasero y uno de los soportes del guardabarros, pieza que arrastró hasta su llegada a meta y que le obligó irremediablemente al abandono.
Ponce, mientras tanto, había instaurado el que a la postre se convertiría en el récord de la distancia en sentido ascendente. Un tiempo de 2:29,5 que no pudo mejorar tras calar su coche en el momento de la salida cuando iba a afrontar la cuarta y última manga oficial.
Con Asencio fuera de juego, a Cabral sólo le quedaba el escollo de Fran Suárez para al menos llevarse el sabor agridulce de su segundo puesto en el pódium. No por la posición, ya que en teoría era la que le correspondía por montura sino por no haber podido rendir como a él hubiera gustado. Suárez, por su parte, fue muy regular, calcando, prácticamente a la décima, su tiempos a lo largo de toda la jornada, para al final llevarse la recompensa del pódium.
Miguel Martín y José Luis Granado se adueñaban de una cuarta posición que les mantenía alerta durante toda la jornada. El tiempo perdido por Juan José León en la primera especial y a pesar de que en lo sucesivo se acercaría peligrosamente a sus cronos, no fueron suficiente para que Martín dejara de pensar en la posibilidad de un mejor resultado a la espera de un fallo de los de cabeza aunque al final no se produjera tal circunstancia.
Llegados a este punto en la clasificación surgía la figura de Daniel Santana. Si de casta le viene al galgo, en esta ocasión con mayor motivo. Desde el baquet de la derecha de su padre hasta ponerse a los mandos del Honda Civic sólo hay un salto y 
¡vaya, qué salto! No pudo escoger mejor ocasión para presentar sus credenciales. Un examen que ha pasado con nota y que pone a su progenitor en un auténtico dilema. Y es que no sólo se ha revelado como un piloto con maneras sino que además ha sabido mantener el temple contra dos auténticos gladiadores, Ayose Benítez y Raúl Fernández. Los tres han protagonizado el duelo de la jornada con diferencias mínimas en todas y cada una de las mangas. Un duelo que se ha decantado finalmente del lado del satauteño por tan solo 9 décimas con respecto a Benítez y un segundo exacto de Fernández. No hace falta que les haga la cuenta de cómo terminaron estos dos. Mientras Raúl se imponía en las bajadas Daniel hacía lo propio en las subidas, con Ayose mediando entre sus dos contrincantes.
Completaron la clasificación en sus diez primeras posiciones Ruymán García, Juan Henríquez y Luciano Pérez que también tuvo una enconada lucha por entrar en el ‘top ten’ con Jaime Pérez.
En la clasificación de Grupo H, triunfo para Santiago García y Andrés Miranda luciendo un cuidadísimo Opel Ascona SR.
