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"Era esencial hacer este test"

  • Era la primera vez que se subía al coche con configuración de desierto

Carlos Sainz ha llegado por los pelos al Dakar Perú Argentina Chile que arranca este sábado 5 de enero en Lima. Hace mes y medio que confirmó su sexta participación en este raid, un tiempo que muchos de sus rivales habrán empleado sólo para culminar su preparación a esta carrera mezcla de competición y aventura. Para el madrileño, en cambio, ha sido una contrarreloj en la que ha intentado llegar lo más a punto posible después de un año de excedencia dakariana.

Pero más que su preparación, a Sainz le preocupa su escasa experiencia con el buggy y con su nuevo copiloto, el alemán Timo Gottschalk. Por ello a sólo unas horas de que arranque la prueba realizó una jornada de entrenamiento en el desierto de Perú. “Era esencial tener la oportunidad de hacer este test con el buggy en el desierto antes de comenzar la carrera el sábado. Cada vez que lo pilotamos aprendemos mucho acerca de este coche”, ha explicado el español, que volverá a hacer equipo con Nasser Al-Atiyah.

Esa necesidad viene del hecho de que era la primera vez que se ponía al volante de la que va a ser su herramienta de trabajo con un set-up específico para el desierto, una condición de carrera que es la que suele determinar quienes aspiran a algo en un Dakar. Sainz empleó la jornada para realizar cambios en los reglajes de las suspensiones, jugar con las presiones de los neumáticos y planificar junto al Qatar Red Bull Rally Team la estrategia de carrera.

“Este test nos ha servido para hacer las cosas correctas y asegurarnos de que funcionan como deben”, continuó satisfecho Carlos Sainz. A sus 50 años y después de un año muy centrado en su labor de asesor de Volkswagen Motorsport en el desarrollo del Polo R WRC, pensó que el tren del Dakar iba a volver a salir sin él en 2013. Por ello si hay algo que siente viéndose en ese primer parque de trabajo de Lima es orgullo.

El madrileño suele ser muy claro y considera que la etiqueta de favorito puede venirle algo grande esta vez ante la falta de madurez del coche y lo poco rodado que llega con Gottschalk. “Es normal, porque como pilotos siempre queremos estar mejorando constantemente, pero este proceso se incrementa debido al corto periodo de tiempo que hemos tenido para trabajar con el coche. Continuaremos aprendiendo durante las etapas del Dakar. Mi objetivo es correr al máximo con el buggy y asegurarnos de no detenernos hasta llegar a la línea de meta”.

A pesar de las lógicas reservas Sainz ha podido confirmar las buenas vibraciones que le transmitió el coche en su primer contacto en tierras californianas. Desde entonces, y siguiendo sus consejos y los de Al-Attiyah, se han incorporado algunas novedades al diseño. “Tiene un gran potencial. Hemos probado la válvula que hay en el panel de control que permite controlar la presión de los neumáticos, algo muy importante en un coche de dos ruedas motrices”.

Este año el Dakar transcurre entre Perú, Argentina y Chile, con la salida mañana sábado 5 de enero desde la capital peruana de Lima y con la llegada en Santiago de Chile programada para el domingo 20 de enero.

 

 

 

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