Jost Capito ya ha tenido tiempo de digerir su primera victoria al frente de Volkswagen Motorsport. Sébastien Ogier ha servido de catalizador para acelerar ese triunfo y parece obvio que con el francés liderando el mundial después de sólo dos rallys es momento de que el equipo alemán empiece a redefinir sus metas en esta temporada 2013.
En Hannover han pedido algo más de tiempo, hasta el Rally de Portugal –cuarta fecha de un calendario de trece– para tener un esquema más claro de cuál es su lugar en este campeonato. En nieve el Polo R WRC es un tiro, pero hay que ver qué tal se defiende en tierra y en ese sentido las tres próximas careras van a ser un examen durísimo.
Lo que es un hecho es que el desembarco de Volkswagen ha puesto patas arriba el WRC. Hay que remontarse a 2005, concretamente al Rally de Gran Bretaña de aquella temporada, para ver ganar a un coche que no fuera un Citroën o un Ford. Fue Petter Solberg con Subaru y de ahí en adelante el monólogo de Loeb se ha ido alternando con victorias del equipo de Malcolm Wilson. Hoy ambos equipos saben que ese duopolio es historia y por mucho que M-Sport haya perdido el apoyo directo de Ford, ni a uno ni a otro les hará mucha gracia que un recién llegado sea capaz de hacerse con el título al primer intento.
Es lo que parece que está en juego. Capito respondía con una sonrisa incómoda y nerviosa después del podio de Montecarlo a las preguntas sobre si quizá ese objetivo de estar en el grupo de cabeza en 2013 y lograr algún que otro ‘cajón’ acababa de ser superado por la realidad. Saben que tienen en Ogier un piloto de total garantía pero queda por resolver la equis del comportamiento del Polo R WRC en tierra y asfalto. Si en México o Portugal –donde además se unirá el noruego Andreas Mikkelsen con una tercera unidad– vuelven a estar con los DS3 WRC y los Fiesta WRC oficiales ya no habrá otra que reconocer la evidencia.
División en las redes sociales
La primera victoria de Ogier y Volkswagen fue muy comentada en las redes sociales. La mayoría de los internautas han aplaudido la efectividad del equipo alemán y las manos del francés, piloto que muchos ven como el heredero de Loeb. Y aquí surge la controversia.
Los incondicionales del nueve veces campeón del mundo consideran un sacrilegio comparar uno y otro ‘Seb’. Los números del de Citroën son tan rotundos e inalcanzables que no hay piloto en activo capaz de mantener la comparación sin bajar la barbilla. Pero los detractores de Loeb –que los hay– creen que pierde una oportunidad fantástica de despejar cualquier género de dudas sobre si sigue siendo o no el mejor del Mundial de Rallys.
Pero el alsaciano sigue en sus trece, o mejor, en sus cinco, los cinco rallys que tenía previsto correr desde que a finales del pasado año anunció que no aspiraría a su décimo título mundial. De hecho en la primera lista de inscritos del próximo Rally de México por primera vez en la historia del WRC no habrá número uno. Tal y como adelanta la web Maxrally.com Mikko Hirvonen la abre con el dos.
