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"Tengo esperanzas de dar mucha guerra"

  • "Aún se puede trabajar en la puesta a punto del coche"

Si Enrique Cruz quería acumular experiencia para reforzar su candidatura al título en el Campeonato Autonómico de Canarias de Rallies de Asfalto, sin duda que lo ha logrado. El tinerfeño tuvo que enfrentarse a la lluvia, al calor y hasta a problemas mecánicos para poder alcanzar la meta en quinta posición. Un difícil debut con el Porsche en tramos largos que en algunos momentos dio la talla de su pilotaje.

Rally Islas Canarias superado. Enrique Cruz y Ariday Bonilla han dejado atrás la primera cita de su temporada ‘panautonómica’ con un quinto puesto que aunque no será demasiado útil de cara a los puntos les ha reportado una experiencia que sí les resultará muy valiosa si quieren plantar cara a Fernando Capdevila y David Rivero.

Al margen del duelo por la Gran Canaria Race Stars de finales del pasado año, ha sido el primer enfrentamiento oficial entre alumno y maestro. Compañeros de equipo, Enrique y Fernando son ahora rivales y para el joven piloto de La Laguna es algo a lo que aún debe acostumbrarse. “Antes él era el que me aconsejaba y el que me guiaba en las carreras. Ahora, como dice Fernando, me las tengo que apañar yo solo. Hay un ambiente muy especial dentro del equipo y ha sido una experiencia muy buena”, explica el vigente campeón canario de montaña.

Experiencia, la del viernes con la lluvia de las dos primeras secciones. Unas condiciones de carrera nuevas para él y que salvó como todos los que conducían un Porsche: como pudo. “Los tramos estaban tremendamente deslizantes y apenas lográbamos ir derechos en las rectas. Fue muy complicado, francamente. Los problemas con un neumático nos ocasionó trabajo extra, pero me quedo con el número de horas que hicimos sobre el Porsche y en tan variadas condiciones”, explica Enrique en referencia al pinchazo que los hizo perder contacto con el grupo de cabeza. 

El sábado, ya con los tramos secos, Cruz quiso probarse a sí mismo aprovechando que estaba en este rally el piloto más rápido de España con un GT, el campeón nacional Miguel Fuster. El de DISA forzó para quedarse a 1,9’’ del mejor crono del TC9, pero la alegría le duró muy poco. Un problema de embrague puso en peligro su continuidad en carrera y a duras penas llegó a la asistencia de la Plaza de Canarias. “El equipo cambió el embrague en 45 minutos. Aunque penalizamos dos minutos y medio pudimos seguir en carrera y acumular kilómetros”.

Con esa losa no pudieron pasar de la quinta plaza final. Un resultado que servirá de poco para poder neutralizar a Capdevila y su WRC. “Tenemos claro que será el que descontemos a final de temporada, pero me quedo con la enorme experiencia que he acumulado y el fantástico trabajo de todo el equipo a lo largo de toda la semana. En agua lo he hecho aceptable y en algunos momentos he estado en tiempos de los mejores. Eso significa que estamos en buena línea. Aún se puede trabajar en la puesta a punto del coche, sobre todo en suspensiones. Tengo esperanzas de dar mucha guerra este año”, sentencia el de Porsche.

 

Foto: Rayco Suárez. 

 

Autor
Róber Martí
Periodista. Ha sido redactor del periódico Superdeporte así como en otros medios de especializados como Motor 2000 o Canarias Racing. Ha colaborado en Radio Marca, COPE y actualmente codirige el programa Motor en la Onda de Onda Cero Canarias.
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