Por si había dudas, Sébastien Ogier no quiere esperar a llegar a casa para lograr su primer título de Campeón del Mundo de Rallies. El francés ha protagonizado una segunda etapa prácticamente perfecta en Australia y con siete scratch en ocho tramos ha ganado tres posiciones para ponerse primero. Es el resultado que necesita para coronarse este mismo fin de semana y con ello obliga a Thierry Neuville a jugársela en las doce especiales que faltan si quiere retrasar el alirón del oficial de Volkswagen Motorsport.
“Ha sido un día perfecto para nosotros, verdaderamente un buen arranque de rally”, admitió Ogier, que el jueves anduvo algo conservador después del abandono de Alemania. El ex de Citroën explicó que los tramos de la mañana estaban “increíblemente resbaladizos”, con mucha grava suelta y que por ello, a pesar de que los tiempos digan lo contrario no fueron “al ataque”. “El nivel de agarre fue mucho mejor esta tarde, por eso Julien y yo hemos disfrutado un montón con el Polo R WRC”, dijo.
Mikko Hirvonen, ganador de las tres últimas veces que el mundial ha pasado por Australia, se quedó a 20’’ como primer Citroën DS3 WRC oficial clasificado. El finlandés admitió que, simplemente, Ogier fue más rápido de lo que esperaba. “Estoy contento de cómo ha ido el día a pesar de que la diferencia respecto al líder va más rápido de lo que pensaba. Mañana tendré que ir más fuerte”, afirmó.
Casi a la misma distancia, a 18,1’’, Thierry Neuville acusó algo de falta de confianza en los tramos de la mañana y, cuando éstos se limpiaron de gravilla, volvió a estar en tiempos competitivos para remontar a posiciones de podio. Más allá de un título que parece imposible, su plan en Australia es quedar por delante de Latvala, con quien se juega el subcampeonato. Kris Meeke, con otro de los DS3 WRC de Citroën Racing, pagó su inexperiencia con este coche y a pesar de su papel en la calificación y durante las dos súper especiales de ayer, tuvo que ceder al empuje de Neuville en el tramo final de la etapa y acabó cuarto a medio segundo.
Si lo de Ogier en esta etapa ha sido una exhibición, en el cúmulo de lo que llevamos de Rally de Australia es Volkswagen Motorsport quien está bordándolo. Diez tramos y diez scratch repartidos entre sus tres pilotos. Sin embargo, en la clasificación sólo el francés anda por puestos de honor, ya que Jari-Matti Latvala es quinto más preocupado por sumar puntos de cara al mundial de marcas que de arriesgar en busca de una buena posición; y Andreas Mikkelsen –primer líder del rally– fue de más a menos por culpa de unas notas “demasiado optimistas” y llegó al final de la etapa séptimo.
Mads Ostberg vivió en sus propias carnes uno de esos ‘big moment’ que dicen los pilotos anglosajones cuando en el octavo tramo perdió el control de su Ford Fiesta RS WRC y golpeó una roca con el lateral, llegando incluso a abrirse la puerta. A pesar de ello pudo continuar y mantener una diferencia de 3,5’’ respecto a Latvala con Mikkelsen a 2,1’’ y su compañero Evgeny Novikov, octavo clasificado, a 7,5’’.
