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Solo era cuestión de tiempo que Audi pusiera el ojo sobre el pujante mercado de los crossover o SUV urbanos y completar el póker de ases referido a los integrantes de la familia Q que tan buenos resultados reporta para la marca. Su nombre, como no, será Q1 y saldrá a la venta en 2016 encuadrándose dentro de una ofensiva cuyo objetivo es ampliar la oferta de producto de los 49 modelos actuales a más de 60 para el año 2020, con un propósito de ventas anuales cercano a las dos millones de unidades.
“El Audi Q1 será uno de los pilares de nuestra estrategia de marca basada en los SUV. Está diseñado sobre la base del concepto de plataforma modular con motor transversal, y completará por la parte inferior nuestra actual familia de modelos de la serie Q” dijo Rupert Stadler, Presidente del Consejo de Dirección de Audi AG.
La familia Q tiene una importancia manifiesta en el reparto del pastel en cuanto a la proporción de ventas de la marca de Ingolstadt, una saga compuesta actualmente por el Audi Q3, Q3 RS, Q5, SQ5 y Q7. Según datos del fabricante, el Q5 es líder del mercado global en su categoría en el que se han entregado a clientes 194.430 unidades en el acumulado hasta octubre de este año, con un crecimiento del 17% con respecto al mismo periodo del año anterior.
La producción del Q1 también responde a cuestiones estratégicas contribuyendo a asegurar la capacidad productiva de la planta principal de Ingolstadt, donde se fabrican actualmente los modelos del segmento A y B. Peter Mosch, Presidente del Comité de Empresa, celebra la decisión: “Continuaremos haciendo todos los esfuerzos posibles para consolidar aún más la planta como la auténtica referencia en tecnología dentro del Grupo Audi. La decisión sobre el nuevo modelo es una prueba de que la determinación de los empleados asegura puestos de trabajo, y de que la internacionalización del Grupo Audi no se está llevando a cabo a expensas de las fábricas en Alemania”.
