COCHES
Prueba

Hyundai i10, de los más premiados de su clase

  • Esta unidad corresponde a la línea de equipamiento Style
  • Motor 1.2 MPi de 87 CV y 120 Nm de par máximo
  • El precio es de 10.900 euros plan PIVE incluido

Inaugurando el capítulo de novedades en Canarias allá por el mes de enero, el nuevo Hyundai i10 supone uno de los mejores ejemplos del salto cualitativo alcanzado por la categoría de los pequeños utilitarios en base a su creciente representatividad en el global del mercado. Un esfuerzo dirigido no sólo a conquistar al cliente por los ojos, que también, sino que pone en valor aspectos como el confort de todos los ocupantes y su alto compromiso con la innovación y la seguridad.

Dicho así, estos argumentos casi podrían valer para cualquiera de sus congéneres sin embargo si nos gustaría romper una lanza a favor del nuevo i10 para destacar como Hyundai ha sabido sacar el máximo partido a cada uno de estos requerimientos. No es sencillo ser efectivos cuando tienes que trabajar en base a unas proporciones tan contenidas. En este caso, la longitud alcanza los 3,67 metros de largo, mientras la anchura y la altura se establecen en 1,66 metros y 1,50 metros, respectivamente. La premisa principal es llevar las ruedas hasta las cuatro esquinas del vehículo, procurar comprimir en la medida de lo posible las dimensiones del motor y rebajar la altura libre al suelo lo máximo permitible. Los beneficios de esta disposición no sólo maximizan las cotas disponibles sino que a su vez procuran enormes ventajas  en cuanto a estabilidad y agilidad frente al tráfico pero de eso hablaremos después.

Coqueto, un motón

Conseguido el objetivo y puestos a ponerle cara, la marca asiática ha sabido adaptar buena parte del ADN que lucen sus últimas creaciones para concebir un vehículo con un atractivo absolutamente convincente. Se podría decir que lo tiene todo. Los nuevos faros delanteros pero especialmente la silueta que dibujan los LED de luz diurna alojados en los extremos del parachoques le otorgan una fisonomía moderna y distinguida.

La sección posterior también adquiere su particular peso específico. El protagonismo de la forma angulosa y envolvente del parabrisas trasero compone un contorno atlético que añade volumen a todo el conjunto y de paso eleva la altura de carga del maletero que alcanza los 252 litros de capacidad, 27 más que la generación anterior, ampliable hasta los 1.046 litros con los asientos traseros tumbados.

Una vez se accede al interior, esa frescura en su concepción se transmite a un habitáculo donde destaca por su originalidad en la combinación de los colores y su perfecta organización logrando imprimir jovialidad y buen gusto. La talla no será un impedimento para adoptar una cómoda postura de conducción y la asociación con los controles del reproductor de música, el climatizador automático y el sistema multimedia, ya sea desde el panel central o desde el volante multifunción, se realiza de forma muy intuitiva y natural, sistemas por los que se puede ‘navegar’ a través del botón del asistente por voz.

No hemos dicho que nuestra unidad de pruebas corresponde a la línea de acabado Style, la más completa de las que se comercializa en Canarias, de ahí que su precio se eleve un poquito, hasta los 10.900 euros plan PIVE incluido, aunque hay un i10 disponible desde 9.800 euros. Un precio que se justifica a través de un equipamiento que además incluye control de crucero con limitador de velocidad, llave inteligente y una dotación en seguridad formada por seis airbags entre frontales, laterales y de cortina, ESP con gestión de estabilidad del vehículo y sistema de vigilancia de la presión de los neumáticos.

Más que convincente

Establecidas las bases para su comportamiento, en ‘nuestro’ i10 el motor de cuatro cilindros 1.2 MPi de 87 CV y 120 Nm de par máximo se mostró extremadamente suelto a la hora de desenvolverse en territorio cotidiano,  valiente en autovías y autopistas y noble al  transitar por carretera. El compromiso para obtener un buen rendimiento del vehículo obliga a alargar la relación de marchas de la caja manual de cinco velocidades. Ello no significa que en ocasiones puedan darse una alegría llevando la aguja de las revoluciones hasta lo alto del marcador y experimentar cierto atisbo de raza pero sepan que ello va a tener consecuencias menos agradables para el bolsillo.

La estabilidad y firmeza son dos de sus características más reseñables como lo es el excelente trabajo de insonorización del habitáculo en el que apenas se escucha los rumores provenientes del motor o del exterior. Atractivo, confortable y ágil, el Hyundai i10 coloca el listón muy alto dentro de su categoría con el reconocimiento unánime de todo el sector que premia los valores de este pequeño utilitario al concederle una larga lista de distinciones por su alta calidad y estilo.

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