Moya fue una fiesta

El Campeonato DISA Autonómico de Montaña se trasladó hasta la isla de Gran Canaria para afrontar una de las pruebas más esperadas del calendario, la Subida Villa de Moya. Este año con más motivo ya que se conmemoraba su décimo aniversario, una efeméride que ha tenido enorme repercusión al situar en la línea de salida a un total de 85 participantes, récord de inscripción, poniendo una vez más de relieve el sobresaliente trabajo que ha venido realizando la Escudería Azuatil durante todo este tiempo en connivencia con el ayuntamiento del municipio.

La expedición la encabezaba Enrique Cruz (Porsche 911 GT3) que llegaba a la isla al frente de la clasificación del certamen regional. El tinerfeño estuvo de nuevo intratable aunque algo más conservador que en otras ocasiones. El fuerte calor que se fue imponiendo a lo largo de la jornada unido a las condiciones del trazado, muy sucio y con muy poco grip, aconsejaban prudencia obligándolo a pilotar con ciertas reservas. Aún así no tuvo mayores dificultades para añadir una nueva victoria a su ya amplio palmarés en montaña con un mejor tiempo de 4:08.853, a una sola décima del crono realizado el pasado año con el asfalto más limpio y fresco.

Por detrás, Víctor Abreu (Toyota Corolla WRC) poco pudo hacer ante la demostración de su paisano. Para él era su primera participación en Moya por lo que se concentró en reconocer bien el recorrido durante las primeras fases y centrar todos sus esfuerzos en la última y definitiva ascensión. Antes, durante la manga de entrenamientos y la primera oficial, la diferencia con Cruz se había mantenido estable pero llegado el momento, un problema con el motor de arranque desbarató sus planes. Un contratiempo que le obligó primero a tomar con retraso la salida y posteriormente a no poder completar el recorrido al pararse el coche después de sufrir un semitrompo en la curva de ‘La Josefa’.

En cualquier caso su crono de la primera pasada fue suficiente para no ser alcanzado por Miguel Cabral (Mitsubishi Lancer EVO VI) especialmente motivado ante la presencia del tinerfeño y su Corolla WRC. El  nuevo líder del certamen provincial de montaña acudía incluso con neumáticos nuevos para afrontar el duelo en las mejores condiciones sin embargo con el asfalto tan deslizante le llegaron las dudas y con las dudas un llantazo que le impidió concluir el primer asalto. El grancanario, en cualquier caso, no es de los que se amilanan y volvió al ataque en un último intento quedándose a tan solo cinco décimas de consumar la segunda posición.

Completado el podio, a su espalda se abría un nuevo frente en el que asomaban José Mari Ponce (BMW M3), Rubén Curbelo (Mitsubishi Lancer Evo IX) y el reaparecido Samuel Marrero (Citroën Saxo Kit Car). Sin apenas tiempo para tomarle el pulso a la rampa, Ponce se veía apeado de los entrenamientos por un pinchazo mientras Curbelo iniciaba lo que definió como un nuevo periodo de puesta a punto y adaptación al Mitsu con la vista puesta en la siguiente cita del provincial de rallies de asfalto que tendrá lugar en Telde. Samuel, por su parte, no se pudo mostrar tan incisivo como otras ocasiones debido a un problema con la alimentación del Saxo. Así, José Mari apuró hasta la última manga para realizar su mejor tiempo y desbancar a Rubén que también estrenaba nueva caja y relación de cambios, a la quinta posición. Marrero, sin embargo, no pudo mejorar pero al menos no sucumbió al dúo perseguidor, encabezado por Jonathan Nuez (Renault Clio Wlliams) que como ya demostró en Arucas atraviesa su mejor momento deportivo.

Lo mismo se podría decir de Iván Medina (Seat Ibiza 1.8T). Jugando cada uno sus cartas, el duelo entre ambos se libró en la última fase de la carrera momento en el que primero Medina rebajó en más de siete segundos su tiempo anterior para situarse provisionalmente en el séptimo puesto. Consciente de esta circunstancia, Nuez no se lo pensó y echando el resto logró hacer lo propio pero con tan escaso margen que llegaban a meta separados por tan solo 378 milésimas de diferencia. La recompensa para Iván se tradujo, como también ocurriría en la cita inaugural del provincial de montaña, en el primer puesto del Trofeo BP Ultimate de Promoción por delante de Alexis Santana (Renault 5 GT Turbo) y Rubén Tapia (Opel Corsa GSi) que terminaron en el 13º y 15º puesto de la general.

La novena y décima posición fue para dos de los pilotos que pugnan de nuevo este año por el autonómico de montaña, Modesto Martín (BMW M3) y Félix García Durán (Alfa Romeo 156 TS). El primero y contra todo pronóstico renunciaba a última hora a participar con el BMW E90 Silueta según sus propias declaraciones, por el mal estado en el que se encontraba la carretera.

Y en barquetas por fin saltó la sorpresa, o no. No era la primera vez que el enfrentamiento entre Julián Falcón (Silver Car S2) y José Manuel González (BRC) se saldaba con el triunfo del primero sin embargo si llamó la atención la suficiencia con la que el grancanario fraguó su victoria imponiéndose por tres segundos y medio a su eterno rival. Ambos se verán las caras muy pronto en la Subida a Barloventa, en La Palma, una cita a la que ambos llegan empatados a puntos. Julio Martínez (Speed Car GT1000) y Orlando Méndez (Speed Car GT1000) completaron, por este orden, la clasificación en esta espectacular modalidad.