El anuncio de posibles tormentas durante la tarde de la segunda jornada del Rally de Australia propició distintas estrategias en cuanto a la monta de neumáticos. Ogier, a pesar de la advertencia, optó por tres duros y una rueda blanda mientras su compañero de equipo, Jari Matti Latvala, escogió para su Polo R WRC dos duros para el tren delantero y dos blandos para el trasero. Esta decisión inclinó finalmente la balanza del lado del líder del campeonato al encontrarse un trazado absolutamente seco.
Así, la exigua ventaja inicial alcanzada en los dos primeros tramos de la mañana por Latvala se diluiría irremediablemente dejando la nueva diferencia en 11.8 segundos a favor del piloto francés a falta de una sola etapa.
“La elección de neumáticos ha sido clave esta tarde”, dijo Ogier. “Los meteorólogos no estaban muy seguros y había riesgo de tormentas, pero finalmente se ha mantenido seco. Tuvimos que usar un neumático blando, pero Latvala tuvo que montar dos, por lo tanto fue más duro incluso para él”.
No menos interesante estuvo el duelo mantenido entre Kris Meeke y Andreas Mikkelsen intercambiando las posiciones durante todo el día en su lucha por copar el último escalón del podio. El noruego comenzó la etapa en tercera plaza, y después de cuatro cambios de posición se mantuvo en ese mismo lugar, manteniendo el triplete de Volkswagen. La ventaja entre Mikkelsen y Meeke es de 1.5 segundos, a tiro de piedra al dúo de cabeza.
Mikko Hirvonen marcha quinto, a 60.4 segundos del Citroën DS3 WRC del piloto británico, después de haber perdido una importante cantidad de tiempo al calzar cuatro neumáticos blandos en su Ford Fiesta RS WRC. El finlandés aventaja en 41.0 segundos a Mads Ostberg, quien situó su Citroën DS3 WRC en sexta posición, delante de Hayden Paddon, después de que el piloto kiwi se defendiese durante toda la mañana.
Thierry Neuville ocupa la octava posición con su Hyundai i20 WRC, a pesar de tirar un poste. Elfyn Evans ha escalado a la novena plaza después de que Robert Kubica cediese más de un minuto después de distraerse por culpa de una luz de emergencia en el interior de su Fiesta RS y chocase en un rasante.
Mañana se disputará la última etapa donde se cubrirán dos secciones idénticas de tres especiales, Shipmans (24,72 km), Bucca (10,86 km) y Wedding Bells (9,23 km) sobre el que se disputará el Power Stage.
