Inmerso desde hace muy pocas fechas en su primer ciclo comercial, el Citroën C1 descubre en París una nueva faceta de su personalidad al convertirse en el concept car Urban Ride.
Como observarán, no se trata de un concepto revolucionario pero hay que decir en su favor que su nueva apariencia decorada con elementos escogidos del universo crossover no le sientan nada mal. Como es casi preceptivo en este tipo de modelos, la distancia al suelo aumenta en 15 mm lo que no lo es tanto es que además se opte por ensanchar la vías en 10 mm con lo que aparenta un mayor empaque. No es el único detalle que lo diferencia de otras opciones que se decantan por este tipo de soluciones. Y es que además del recurso de los parachoques y pasos de rueda reforzados con embellecedores cuenta con el atractivo añadido de disponer de dos tipo de carrocería, cinco puertas y quizás la más interesante tratándose de un vehículo que prima el ocio urbano en todas sus facetas, la opción de techo descapotable Airscape.
Para la carrocería se ha escogido el contraste bitono entre la pintura del techo y algunos accesorios en tonos grises, además de su carrocería de color Yellow Cheesecake que le proporciona un aire alegre y desenfadado. Una imagen divertida que se completa con las carcasas de los retrovisores, los adhesivos decorativos y unos embellecedores específicos para el centro de las llantas, que refuerzan su potencial de personalización.
En el habitáculo, presenta el mismo nivel de innovación que derrocha el modelo que actualmente se encuentra en comercialización, es decir, una interfaz conectada con función "Mirror Screen" que permite acceder a las aplicaciones favoritas de un smartphone a través de la pantalla táctil de 7’’. El sistema se completa con las funciones de navegación y distintas aplicaciones móviles.
Citroën quiere dar la opción a las personas que visiten su stand en el Salón Internacional del Automóvil de París de dejar constancia de su opinión sobre si esta versión debería comercializarse o no.