“Nuestro GLE Coupé conjuga atributos típicos de un coupé, como deportividad, dinamismo y agilidad, con la rotunda presencia, la versatilidad y la robustez de un SUV”. Hemos escogido esta breve descripción de Thomas Weber, miembro de la Junta Directiva responsable de Investigación en el Grupo y de Desarrollo en Mercedes-Benz Cars, como aquella que mejor sintetiza los atributos de este nuevo lanzamiento. Genes de auténtico pura sangre, por tanto, forman el núcleo de esta nueva propuesta estética que se sitúa justo en la órbita de fórmulas tan exclusivas como en la que en su momento planteó el X6 de BMW.
Para situar al lector es indispensable que primero se familiaricen con la nueva nomenclatura utilizada por Mercedes Benz para su gama SUV. En base a las cinco series principales –A,B,C,E y S- e inspirados en la Clase G, el nombre de todos los modelos SUV empezará por las letras GL. La tercera letra señala la asignación a una de esas categorías principales como ya sucedió con el GLA y ocurre ahora con el nuevo GLE Coupé.
Con esta premisa, la marca empieza haciendo hincapié en el solapamiento que se produce en esa dualidad entre la arquitectura de un todo camino y las características de comportamiento de la propia clase y su capacidad para conjugar ambos mundos. De ello se encarga el sistema ‘Dynamic Select’ con un escalado de propuestas donde el conductor escoge la que mejor se adapte al lugar por donde transita e incluso dependiendo de su estado de ánimo.
Sólo el nombre ya es una declaración de intenciones. Así frente a las posiciones ‘Sport’ y ‘Sport +’ se sitúa el reglaje ‘Confort’. No son las únicas, con el programa ‘Piso Resbaladizo’ el vehículo optimiza parámetros como el tren de rodaje, la dirección o la cadena cinemática para mejorar su comportamiento sobre calzadas o terrenos deslizantes. Además existe el modo ‘Individual’ donde programar y memorizar las preferencias particulares del propietario. El programa de conducción escogido también se hace patente a través de la sonoridad del motor y la apariencia de la instrumentación.
La llegada de este nuevo modelo constituye también un hito dentro de la marca en lo referente a la ‘democratización’ de los valores sujetos a las siglas AMG. La variante que se sitúa en lo más alto del escalafón, el GLE 450 AMG, es el primer modelo adscrito a una nueva línea de productos denominada “AMG Sport” y que se asociarán a cualquier modelo y motorización con acabados y conducta de carácter más deportivo.
Así, la oferta de motores disponible consta de variantes de gasolina y diésel con un rango de potencia desde 258 CV hasta los 367 CV. Como apuntábamos, el modelo tope de gama corresponde al GLE 450 AMG dotado del propulsor V6 biturbo de 367 CV de potencia y 520 Nm de par.
En él se materializan muchas sino todas las posibilidades a las que se pueden acceder de serie o como opción en el resto de la gama como el cambio automático de nueve velocidades 9G-Tronic o la tracción integral permanente 4Matic así como otras propuestas asociadas a la seguridad. En este sentido, la marca aglutina su oferta en torno a una serie de paquetes destinados a facilitar el acceso a los equipamientos más apreciados por los clientes todos relacionados con el amplio surtido de dispositivos relacionados con la protección de los ocupantes y los sistemas de ayuda a la conducción.
En cuanto a la interfaz de comunicación se recurre al avanzado sistema Comand Online con pantalla TFT de ocho pulgadas y panel táctil que permite una combinación ideal entre información y entretenimiento. Este se compone de un reproductor DVD y un asistente para señales de tráfico con función de advertencia de marcha en sentido equivocado. Opcionalmente, se puede completar con un cargador de DVD para seis discos, entretenimiento para las plazas traseras con mando a distancia, sintonizador de televisión o sistema de sonido Bang & Olufsen Sound AMG.
