COCHES
Prueba

Nuevo Renault Twingo, menos es más

  • La longitud es de 3,59 metros, 10 cm menos que el anterior
  • Equipa motor de tres cilindros de 999 cc y 70 CV

Desde su nacimiento en 1992, el Twingo se ha ido transformando al mismo ritmo que lo ha hecho la propia categoría hasta llegar al modelo que hoy les presentamos. Este se enmarca en un contexto distinto al que reinaba por entonces determinado hoy por el crecimiento desmesurado del tráfico en las ciudades, el mayor control sobre las emisiones contaminantes y la continua integración de nuevos progresos tecnológicos.

El nuevo Twingo asume estos y otros condicionantes sin apenas despeinarse. Así lo ha hecho desde hace más de 20 años acostumbrado a los vaivenes del propio paso del tiempo. En este proceso han cambiado las formas pero no el fondo porque en esencia, los criterios y razones que llevaron a Renault al lanzamiento de este modelo siguen tan vigentes como entonces.

Motor trasero

Esta nueva generación asume como ninguna su rol de vehículo urbano, tanto que rebaja sus dimensiones en 10 centímetros respecto al anterior para quedarse en tan solo 3,59 metros de largo. Todos son ventajas, se desenvuelve con mayor agilidad en el tráfico, aumenta las posibilidades de encontrar un pequeño aparcamiento y además reduce su radio de giro.

Pero no se lleven a engaño porque lejos de las apariencias y a pesar de sus contenidas dimensiones se ha logrado aumentar en 32 centímetros el espacio interior. La mayor distancia entre ejes (12,3 cm) y la adopción de soluciones como la orientación vertical del salpicadero y la forma cóncava de los paneles de las puertas, junto a su altura (1,55 m) proponen unas cotas de habitabilidad y accesibilidad -cinco puertas- inusuales incluso para personas que rondan el metro noventa, como es mi caso, y lo más importante, sin poner en precario el área disponible en las plazas traseras.

Otra de las razones tiene que ver con su nueva arquitectura con motor trasero. El coqueteo que mantienen Renault y Daimler en cuanto a intercambio de recursos ha permitido al primero acoger algunas soluciones provenientes del modelo Smart. Ello lleva a su vez a sumar nuevos beneficios como una gran visibilidad derivada de su corto capó y la gran amplitud del parabrisas a lo que contribuye también una posición de conducción algo más elevada de lo normal.

El único pero se lo lleva la escasa capacidad del maletero (219 litros) aunque los distintos compartimentos y su capacidad para adoptar distintas configuraciones, permitiendo incluso abatir hacia delante el asiento del acompañante,  contrarrestan la falta de espacio para la carga en la parte trasera.

Todo un seductor

Nos quedamos, en cualquier caso, con la alegría y jovialidad que transmite su atmósfera interior. La posibilidades de combinar distintas superficies, tapicerías y colores, y la sencillez con la que se disponen los elementos integrados en el salpicadero, incluido la pantalla táctil desde donde opera el sistema 'R-Link Evolution' de información y conectividad es de lo más original. En ella se visualiza además las imágenes de la cámara trasera para facilitar las maniobras de aparcamiento.

El exterior no lo es menos y a pesar de ser un modelo absolutamente actual, personalizable y colorista, el fabricante no ha dejado pasar la oportunidad de introducir ciertos guiños al pasado como los resaltes laterales de la sección posterior evocando al mítico Renault 5 Turbo. En el frontal destaca el diseño de las luces de día que sobre un marco circular integra cuatro puntos luminosos.

En cuanto a la oferta motriz también tenemos novedades. Y es que la moda de los tres cilindros también ha llegado a Renault. Aunque existe una variante turbo más potente, nuestra unidad de prueba monta motor atmosférico de 999 cc y 70 CV situado, como apuntábamos, bajo el piso del maletero. La proliferación de estos motores atiende a razones de rendimiento y es que en cifras oficiales, el consumo apenas supera los cuatro litros a los 100 kilómetros mientras las emisiones de CO2 se sitúan en 95 gr/km. Además el sistema Stop & Start de parada y arranque automático actúa de forma sobresaliente.

Sorprende lo vivo que se muestra asociado a la caja de cambios manual de cinco velocidades, con una extraordinaria respuesta desde muy bajas revoluciones. Ello redunda en un comportamiento alegre y en ningún caso aparenta estar en desventaja. Al contrario, sus proporciones y maniobrabilidad le permiten fluir de forma muy natural y expeditiva en situaciones de tráfico intenso.

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