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La edición de este año del Salón Internacional del Automóvil que acaba de abrir sus puertas ha querido poner el acento, entre otros aspectos, en la importancia que el diseño, y en concreto la figura de los diseñadores, han tenido en la evolución de este sector. Para ello han creado el área Sketch Car Design, un ala de la muestra en la que se enseña a los visitantes como un coche evoluciona en su creación desde sus primeros trazos hasta su producción definitiva.
Sketch Car Design también repasa los nombres y creaciones de algunos de los diseñadores más prestigiosos de la historia y del presente y muestra seis vehículos históricos que definieron el lenguaje visual de la automoción en sus respectivas épocas. Una de esas firmas es la del italiano Walter de Silva, director de Diseño del Grupo Volkswagen, cuya trayectoria ha sido reconocida en el marco de los actos de inauguración del salón.
Mariano Rajoy le entregó este pasado viernes una placa conmemorativa por su aportación a este sector desde hace más de cuarenta años. El presidente del Salón, Enrique Lacalle, subrayó “la indiscutible aportación de Walter de Silva para el mundo de la automoción en las últimas décadas. Su lápiz ha dado forma a vehículos que han sido y son parte de nuestras vidas llevando la elegancia y la emoción a nuestro día a día. Sin él no existirían modelos que han cambiado la industria y la manera de entender los coches”.
De Silva (Lecco, 27 de febrero de 1951), empezó a desarrollar su currículo como diseñador de vehículos en 1972, año en que se incorporó al equipo del Centro de Estilo de Fiat en Turín y de ahí dio el salto en 1975 al Studio Bonetto. Tras estar algún tiempo perfeccionando su técnica en otras empresas, volvió a la órbita del grupo cuando en 1986 fichó como director de diseño de Alfa Romeo, labor que desempeñó hasta finales de los noventa.
El sello que fue capaz de crear en modelos como los ‘Alfa’ 156 y 147 le valió para que un gigante de la industria automovilística, el Grupo Volkswagen, se hiciera con él en 1999 y lo destinara a su marca más latina, Seat. Sus prototipos Salsa (2000) y Tango (2001) inspiraron toda una generación de modelos cuya influencia casi se ha mantenido hasta ahora.
Rápidamente fue promocionado como responsable de diseño del grupo de marcas Audi (Audi, Lamborghini y Seat) y en este cargo desarrolló vehículos que han marcado época como los A6 de 2004, el Q7 de 2005, los TT y R8 (2006) y el A5 (2007). En febrero de ese año dio el paso que le faltaba dentro del Grupo Volkswagen AG al convertirse en director de diseño, labor que está desempeñando en la actualidad. Entre otros modelos, De Silva ha dejado para la historia la línea del nuevo Volkswagen Beetle, otro icono de la industria automovilística.
