Renault reinterpreta su clásico Espace y aprovechando el incansable tirón de los crossover, adapta su fisonomía a esta categoría sin sacrificar su perfil monovolumen que tantos réditos ha dado a este modelo en los últimos treinta años. Pero por encima de todo ello, el fabricante francés ha querido hacer del Espace una experiencia para los sentidos y también una apuesta por la calidad de vida a bordo.
¿Cómo? En primer lugar entrando por los ojos con un diseño que expresa dinamismo, carácter y también una cierta calidez. Se aprecia su pertenencia a la categoría SUV en un frontal con una calandra muy potente, en las llantas de 17 a 20 pulgadas y en una altura libre de la carrocería de 16 cm; como contraste, la parte superior tiene una línea más fluida y ligera.
Es importante la nueva firma luminosa que generan los nuevos faros con tecnología full led y, por tanto, que engloba las funciones de luz de cruce y carretera. La luz diurna dibuja una ‘C’ que a partir de ahora se verán en futuros lanzamientos de Renault. 
En este punto, el del diseño, y salvando las diferencias, Renault parece retomar esa vía que exploró en modelos como el Vel Satis o el Avantime. Una distinción moderna y sin estridencias que se aprecia de nuevo en la gama de colores para la carrocería: gris casiopea, gris platino, beige duna, azul celeste, marrón glacé, negro estrella, blanco nacarado y negro amatista, reservado a la versión Initiale Paris. Además, este modelo se suma a la moda de los colores mates con una versión en blanco glaciar con esta terminación.
Espacioso y modulable
Con 4,86 metros de largo, 1,80 de ancho, 1,68 de alto y una batalla de 2,88 metros, el Espace hace honor a su nombre en el interior. Está disponible con cinco o siete plazas, manteniendo esa modularidad que lo hizo célebre desde su primera generación. Pero lo que de verdad diferencia y eleva a otra categoría a este modelo es el nivel tecnológico y de acabados, dos aspectos que en el nuevo Espace se entrelazan.
El ejemplo más claro de ello es la espectacular consola central que incorpora una palanca de cambios para la caja EDC de tacto muy placentero y que, mediante movimientos muy sencillos, se maneja de manera precisa y rápida. Esta consola ha sido diseñada de tal manera que parece estar suspendida, más aún cuando se activa la iluminación ambiental y las guías de luz que la bordean.
Pero, como salta a la vista, lo más característico de esta consola es la enorme pantalla R-Link 2 de 8,7’’ vertical. Su aspecto es el de una tablet integrada y, como tal, con gráficos muy trabajados y un uso igual de intuitivo. Esta integra –entre muchas otras– funciones de navegador, reconocimiento de voz, lectura de correos electrónicos, audio streaming con conexión Bluetooth e incorpora numerosas conexiones auxiliares. Al ser R-Link, igual que los demás Renault con este dispositivo se puede acceder a un catálogo de aplicaciones.
Los asientos son muy amplios y envolventes y los reglajes de altura, inclinación de respaldo, sujeción lumbar y el cojín se controlan eléctricamente mediante tres botones o a través de la propia pantalla. La segunda fila dispone de tres asientos individuales, mientras en las versiones con siete plazas se añade una tercera. Ambas pueden ocultarse bajo el piso sólo pulsando un botón y por separado o todos juntos a la vez, bien a través de la tablet integrada, desde el propio maletero con los botones específicos o mediante la palanca manual que añade cada asiento en el lateral.
Mucha luz
Embellece la cabina llenándola de luz el parabrisas panorámico que han llamado Lumière y que se prolonga hasta más allá de la primera fila de asientos. Opcionalmente puede montar un techo solar panorámico eléctrico. A propósito del uso de la luz, de noche se puede jugar con la luz ambiental personalizable que bordea la consola central y otros detalles.
En lo que a sonido se refiere Renault ha recurrido a un especialista, Bose, cuyo equipo con sonido Sorround contribuye a una experiencia envolvente. Para que sea perfecto, ambos fabricantes trabajaron juntos desde la misma fase de evolución del vehículo para adaptar el sistema a la propia acústica del vehículo. Incluye doce altavoces, incluyendo un cajón para graves.
Cuatro ruedas directrices
Con hasta 250 kg menos, un perfil más aerodinámico y motores más frugales, el nuevo Espace es hasta un 20 por ciento más eficiente. A propósito de las mecánicas, son tres: uno gasolina y dos diesel. El primero es el Energy TCe de 200 CV, una evolución del del Clio RS y que va de la mano del cambio de doble embrague EDC de siete velocidades. En diesel la gama arranca con el Energy dCi de 130 CV con cambio manual de seis velocidades; y el Energy dCi Twin Turbo de 160 CV y caja EDC de seis relaciones y los modos de conducción Multisense, otra de las novedades que este modelo estrena para Renault. 
La marca describe este sistema como “un director de orquesta” que pone al unísono el 4Control, la dirección, el motor, la caja de cambios EDC, la amortiguación pilotada e incluso el sonido del propulsor y la iluminación ambiente. Los modos son Eco, Confort, Neutro, Sport y un quinto personalizable de acuerdo con las preferencias del propietario.
Muy importantes en el comportamiento en carretera del Espace son el sistema 4Control y la amortiguación pilotada. El primero es el nombre que se le da a las cuatro ruedas directrices, girando en sentido opuesto a las delanteras las traseras con una amplitud máxima de 3,5º hasta un límite de velocidad según el modo activado para incrementar su agilidad. En 2007 el Laguna III ya incorporó este mismo sistema y la marca da un dato muy ilustrativo de su eficacia: el diámetro de giro de un Clio es de 15 metros; el del Espace con este dispositivo es de sólo 13 metros...
Por su parte, la amortiguación pilotada (o adaptativa) adapta la reacción de los amortiguadores al estado de la carretera y a la propia manera de conducir del piloto. Este ajuste se realiza hasta 100 veces por segundo.
El ‘top’ de gama lo establece la versión Initiale Paris con detalles de estilo específicos, color exclusivo, máximo equipamiento y uso del cuero de gran calidad en el interior.
