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AMG GT R, diversión sin límites

  • Acelera de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos
  • El par motor es de 700 Nm

Mercedes Benz no había podido encontrar mejor marco de presentación que el 'Goodwood Festival of Speed' para dar a conocer al nuevo miembro de la saga AMG, el AMG GT R. Esta nueva creación que se sitúa a la cabeza de sus vehículos más prestacionales conjuga toda una serie de características extraídas de la experiencia de la marca en circuitos.

Medidas como su construcción ligera a base de aluminio y fibra de carbono, soluciones aerodinámicas con nuevos elementos activos o un avanzado tren de rodaje con dirección activa en el eje trasero son algunos detalles que apenas rascan la superficie en cuanto a las soluciones que acumula este engendro de la técnica y la mecánica. Un  súper deportivo con mayúsculas con motor V8 de 585 caballos que adopta un llamativo color verde en referencia a la denominación popular otorgada a la sección norte del circuito de Nürburgring (Infierno Verde) donde se ha realizado buena parte de su desarrollo.

A bordo, el volante en nappa, los asientos deportivos AMG Performace , los cinturones amarillos opcionales, tono escogido para las costuras en contraste, y las superficies en lacado brillante transportan al conductor a una dimensión sólo reservada a unos pocos elegidos, amantes de la conducción extrema a la espera de poder descubrir las posibilidades que reúne el nuevo deportivo.

Aerodinámica sobresaliente

Cada elemento de su diseño tiene una razón de ser. Desde la nueva parrilla de listones verticales, herencia directa del AMG GT3, hasta el faldón delantero de nuevo diseño con dos amplias tomas de aire situadas en los laterales, el objetivo es ganarle la batalla a la resistencia del viento.

La arquitectura general del vehículo favorece en sí misma la aerodinámica pero para los responsables de Mercedes no era suficiente. El comportamiento y las reacciones en cada situación son claves a la hora de distinguir a un deportivo pata negra. Por ello y además de elementos claves como el amplio faldón frontal y las estrechas aberturas laterales, dispone de un perfil activo en los bajos del vehículo que se desplaza automáticamente en función de la velocidad y el modo de conducción escogido para reducir la fuerza ascensional a altas velocidades. Con el mismo efecto además de la mejora de la refrigeración  a altas temperaturas existen también unas lamas verticales de accionamiento electrónico detrás del faldón delantero.

En la sección trasera, por su parte, se dispone de un parachoques trasero más ancho y mayores aberturas de ventilación así como de un difusor doble. Además añade entre los grupos ópticos una estrecha salida de aire que ayuda a evacuar el calor del amplio silencioso trasero del que emana un sonido que varía en función del modo de conducción. Sobre el capó, un elocuente alerón permite variar la carga aerodinámica mediante el ajuste mecánica de su inclinación.

Dinámica sobresaliente

Al igual que su construcción, otras actuaciones también tiene su origen en el mundo de la competición. Nos referimos a elementos como la suspensión de muelles ajustables. Esta se combina con la amortiguación adaptativa (AMG Ride Control) independiente para cada rueda (Michelin Piloto Sport Cup 2, 275/35 ZR 19 delante y 325/30 ZR 20 detrás) y que de forma electrónica se adapta a la situación de conducción, la velocidad o al estado de la calzada. El conductor puede escoger la opción más idónea en cada ocasión mediante un botón o a través de los distintos programas de conducción -Confort, Sport y Sport plus-.

La novedad más importante, sin embargo, lo constituye la nueva dirección activa trasera de serie. A velocidades inferiores a 100 km/h estas giran en sentido contrario al que lo hacen las ruedas delanteras lo que en situaciones cotidianas mejoran la maniobrabilidad. Si supera este límite, el sistema gira las ruedas traseras en paralelo a las delanteras lo que aumenta el control en situaciones críticas de conducción.

Ahora les pedimos que hagan un ejercicio de imaginación para alcanzar a entender como esta solución unido al sistema de control de estabilidad de tres posiciones, incluido la función de desconectado, el diferencial del eje trasero con regulación electrónica y  el control de tracción de nueve niveles actúan sobre la dinámica del vehículo en un alarde tecnológico sin precedentes en su categoría. Sólo se nos ocurre un apelativo, diversión sin límites.

Buena parte de esta responsabilidad recae, sin embargo, en el motor AMG V8 biturbo de 4 litros y 585 CV, una relación peso/potencia de 2,66 kg por caballo y una distribución de peso entre ejes homegénea. El par motor es de 700 Nm disponible entre las 1.900 y las 5.500 rpm. Este se asocia a un cambio de doble embrague de siete velocidades especialmente configurado para este modelo.

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