Se repite la historia. Hace 25 años, coincidiendo con la época de más éxito de Honda en la F1 - campeón de constructores desde el 86 al 91- dos pilotos de la talla Ayrton Senna y Alain Prost se convirtieron en embajadores del lanzamiento del NSX. El malogrado piloto brasileño incluso colaboró en su desarrollo.
Hoy de nuevo uno de los integrantes de la nueva formación del equipo McLaren Honda, el piloto Fernando Alonso, se pone al volante de esta nueva generación que llegará al mercado a finales de este año. El escenario ha sido el circuito de Estoril y junto a un privilegiado grupo de periodistas ha puesto a prueba las cualidades del nuevo deportivo equipado con un motor híbrido de 581 CV.
Fernando ha destacado algunos aspectos: "Lo que más me ha sorprendido ha sido la frenada, la capacidad de los frenos y que las sensaciones como piloto no distan mucho de lo que sentimos en Fórmula 1, aunque se trata de conducciones muy diferentes". Y ha añadido: "Conducir un NSX es más suave y dulce que un monoplaza de F1, ya que no vas a buscar el milímetro como sí haces en las carreras. Es como hablar de dibujo artístico y dibujo técnico".
El superdeportivo híbrido de Honda cuenta con un nuevo motor DOHC de seis cilindros y dos turbocompresores montado longitudinalmente que se combina con una transmisión de doble embrague (DCT) y nueve velocidades desarrollada específicamente para este modelo. Un motor eléctrico de accionamiento directo trasero, alojado entre el motor y la caja de cambios, favorece el rendimiento en aceleración, frenado y cambio de marchas. Además, las ruedas delanteras del NSX vienen propulsadas por dos motores eléctricos paralelos independientes de alto rendimiento que proporcionan una respuesta instantánea del par.
El NSX se fabrica exclusivamente en las instalaciones del Performance Manufacturing Centre (PMC) de Marysville, Ohio (Estados Unidos), donde 100 expertos en producción altamente cualificados se encargan de la fabricación de la carrocería completa, la pintura y el montaje final.