A sus 27 años, el todavía hoy campeón interinsular de rallies de Tenerife, Adrián Chávez, está afrontando una temporada de transición. No debería haber sido así, pero los caprichos de la mecánica y la fortuna han querido que a su año más brillante le haya seguido uno repleto de contratiempos. En cuatro participaciones en lo que llevamos de 2016 acumula cuatro abandonos, tres por avería y uno por accidente, el que sufrió en el Rally de Ourense con un Peugeot 208 R2 que ya es su nuevo coche.
Pero este balance no puede enturbiar la trayectoria de Adrián, uno de los muchos pilotos isleños que no quiere ‘acomodarse’ corriendo en su tierra y que había puesto sus miras, primero en el autonómico y, después, en el nacional. Tampoco, y eso lo tiene claro el propio piloto, puede hacer mella en su moral. “Estas cosas hay que tomárselas con optimismo –afirma–, porque si no te acaba desanimando y entras en una dinámica negativa. Tenemos claro que nuestro Citroën C2 R2 se volvió a hacer ‘de cero’, incluyendo motor, suspensiones… Y puede haber pequeñas averías como las que sufrimos en el Rally Islas Canarias, el Villa de Adeje o el Orvecame Norte”.
Respecto al abandono de Ourense, asume que era algo que podía ocurrir en su debut en Península y en un rally que, en absoluto, es fácil. Además, la experiencia mereció muchísimo la pena. “En el shakedown, con lluvia y con unas ‘gomas’ de agua que me prestó un amigo las diferencias no fueron grandes. Me encontré tan bien, que puedo decir que le he perdido el miedo a la lluvia. Le sigo teniendo respeto, pero no miedo. Una vez empezó el rally ya te dabas cuenta de la dificultad del nacional porque, a dos pasadas y con distintos tipos de asfalto, las diferencias con otros R2 ya eran grandísimas”.
El Peugeot 208 R2 que condujo entonces es ya su nuevo coche. El C2 R2 se ha vendido y eso ha propiciado ese cambio que supone un nuevo estímulo para lo que queda de año. “No era la intención, pero sí una ilusión. El paso ha supuesto una gran inversión para el equipo y los patrocinadores, porque aunque sea la misma categoría, hay una diferencia de ocho años entre uno y otro coche. Ahora la idea es hacer alguna prueba en Tenerife para adaptarlo a mi conducción”, apunta Chávez.
Cree que va a ser un proceso que va a tener que empezar este año con miras al futuro y empezará en subidas de montaña de su isla. El Peugeot, dice “no tiene nada que ver con el Citroën” en cuanto a “frenos, suspensiones y comodidad de conducción”. “Te permite un paso por curva mucho más rápido y aunque en Ourense no estaba adaptado a mí, me gustó mucho. Lo hemos escogido porque, aunque hay R2 más potentes como el Opel Adam, su mantenimiento es más asequible”, comenta sobre su nueva montura.
Esas incursiones en pruebas de montaña con su nuevo coche serán sólo un ‘entrenamiento’, porque Adrián y su gente siguen teniendo sus vistas puestas fuera. “Me gustaría hacer un Campeonato de España de Rallies de Asfalto. Es muy difícil, evidentemente, pero soy un piloto que, aunque sé que no estamos en una época en la que puedas dedicarte profesionalmente a esto, sí tengo esa inquietud por superarme. Corriendo aquí, con algunas variaciones, sueles acabar haciendo los mismos tramos”, declara.
