"A partir de 2020, lanzaremos nuestra familia I.D., una nueva generación de coches completamente eléctricos y completamente conectados. Además, serán asequibles para una gran mayoría". Con esta afirmación el Dr. Herbert Diess, presidente del Comité Ejecutivo, pone de manifiesto el enorme esfuerzo que está realizando la marca para liderar el proceso de conversión hacia una.jpg)
nueva era donde el vehículo eléctrico tomará las riendas del mercado. Para ello Volkswagen no esconde sus cartas y como ya hizo hace tan solo cuatro meses con el prototipo I.D. en París, presenta en Detroit el nuevo prototipo I.D. Buzz, impulsor de las nuevas cualidades y exigencias de una Volkswagen Multivan del futuro.
De hecho, su arquitectura hace un giño al modelo que dio origen a esta categoría para a pesar del paso del tiempo no perder de vista su esencia. A partir de ahí y basado en la nueva Plataforma Modular Eléctrica, se ponen de manifiesto sus nuevas características en el que el concepto de espacio toma un nuevo sentido y en el que se produce una auténtica revolución en la interrelación entre hombre y máquina mediante la digitalización de los paneles de información y los dispositivos de control. En este ámbito, los datos se proyectan sobre el parabrisas (Head-up Display) con realidad aumentada, en formato 3D virtualmente sobre la carretera. La funciones de entretenimiento y climatización, por ejemplo, se operan desde una tablet extraíble y los controles principales están situados en un panel táctil situado en el volante con campos capacitivos..jpg)
A su vez y como valor añadido, equipa tracción a las cuatro ruedas mediante el uso de dos motores eléctricos, cada uno asociado a un eje, e incluye un modo de conducción completamente autónomo - I.D. Pilot -.
Una serie de escáneres de láser, sensores de ultrasonidos y de radar, cámaras de visión de área y una cámara frontal vigilan la zona circundante del vehículo mientras los datos sobre la ruta y las condiciones del tráfico son recibidos desde un centro de recopilación de datos que se van actualizando instantáneamente.
En términos dinámicos descubrimos en una perfecta distribución de pesos. Las baterías se sitúan en el suelo del vehículo, rebajando el centro de gravedad lo que unido a la amortiguación regulable electrónicamente le proporciona una enorme estabilidad. La potencia total del sistema propulsor es de 375 caballos (275 kW) -cada motor eléctrico suministra 150 kW- acelerando de 0 a 100 km/h en 5 segundos y alcanzar una velocidad máxima limitada de 160 km/h.
La autonomía eléctrica, como su antecesor, es de 600 kilómetros y puede recargar sus baterías por inducción o a través de una estación de recarga. Con una tensión de 150 kW, se necesitan unos 30 minutos para cargarlo hasta un 80%.
