Marco Lorenzo sabe perfectamente cómo y cuánto van a tener que sufrir los Porsche para ir rápido en Atogo y Arico. Después de un año peleándose con el ‘nueveonce’, se hace una ligera idea. La duda era Juan Luis Cruz, un piloto que el año pasado mostró su mejor versión y que, cuando tiene todo en su sitio, es muy difícil de batir en Tenerife. Pero el de Subaru empezó con mal pie el viernes y no acaba de estar cómodo con un coche que desliza más de lo debido sobre el ardiente asfalto del sur de la isla. Con tal plantel, Marco y Néstor –que ya ganaron en el Islas Canarias- van lanzados hacia un nuevo triunfo. Con este resultado, las cuentas para poder hacerse con el título cuadran.
La segunda sección del XX Rally Villa de Granadilla, ya a plena luz del día, arrancó con una buena noticia, la disculpa de Santi Concepción por lo sucedido en la tarde del viernes, con ese choque con el Porsche de Alfonso Viera. Aclarado lo sucedido, este capítulo motivado por un torpe enlace –el control horario previo a esa asistencia tuvo que ser cancelado- quedaba en un segundo plano y la atención informativa se centraba de nuevo en los tramos. [Ver resumen primera sección XX Rally Villa de Granadilla].
Y así fue para todos los equipos menos para Alfonso Viera y Víctor Pérez, que seguían sufriendo esa falta de potencia en su coche y en el primer paso por Frontón-Martela (19,2 km) se dejaban otros 11,7 segundos respecto a Marco Lorenzo-Néstor Gómez (Ford Focus RS WRC) y otros 3,2’’ respecto a Santi Concepción-César Cruz (Porsche 997 GT3), que tenía que regular para cuidar el único juego de neumáticos ante el calor reinante desde la mañana. Viera sí lograba ganar una posición al superar a Eduardo Domínguez y Dailos González (Mitsubishi Lancer Evo X) y arañando algunas décimas a Juan Luis Cruz-Carlos Arocha (Subaru Impreza WRC), su último escollo para meterse en plazas de podio.
Cruz, un piloto que cuando está inspirado y tiene el coche con un setting perfecto es imparable, perdía definitivamente la aspiración de Lorenzo al no encontrarse nada cómodo con un Impreza WRC demasiado ‘bailón’ sobre el asfalto cada vez más caliente. Marco seguía imparable y, acumulado un scratch tras otro empezaba a llevar su ventaja hasta cerca del medio minuto.
A espaldas de Eduardo Domínguez, las posiciones seguían estables. Pedro y Javier Afonso (Renault Clio S1600) sextos seguidos de Cheché y Yeray Brito (Citroën Saxo Kit Car). Alberto Reyes y Conrado Goya (BMW M3) se mantenían al frente del grupo TA desde la octava posición superando a Eloy González-Roberto Correa (Peugeot 206 RC), que ganaba un puesto al averiarse el Peugeot 106 Maxi de Francisco Marcelino y Luis González. Mauro García-Óscar Rodríguez (Citroën Saxo VTS) escalaban a la décima plaza a costa de Heriberto Godoy-Yeray Díez, que empezaban a tener algunos problemas de caja en su Peugeot 206 RC.
Viera, indignado
Tras Frontón-Martela, volvían a escena los dos tramos que se celebraron el viernes, los de El Chiquerón y Atogo. La versión en descenso de Arico dio un nuevo triunfo parcial a Lorenzo, añadiendo cinco segundos más a su ventaja. Alfonso Viera se quedaba cerca del crono de Santi Concepción y daba un buen bocado a la diferencia que mantenía a Juan Luis Cruz en posiciones de podio y alejando definitivamente a Eduardo Domínguez. A pesar de ello, el grancanario seguía indignado porque el incidente del viernes por la tarde le había arruinado el rally, un sentimiento que compartían todos los miembros de su equipo. El incidente estaba bajo investigación y podía dar un vuelco a la clasificación en cualquier momento.
Al margen de ello, Alberto Reyes cogía definitivamente temperatura y con su quinto mejor crono se ponía a estela de Cheché Brito, séptimo por detrás de Pedro Afonso. Heriberto Godoy también hacía un buen registro en esta cuarta especial del rally y tenía su premio ascendiendo a la novena posición, comandando un trío muy compacto junto a Mauro García y Eloy González. Tras un principio de rally algo tímido, Moisés Casanova y Nazer Ghuneim (Mitsubishi Lancer Evo VI) ascendían a la duodécima plaza, igual que Cristo Padilla y Goretti Martín (BMW M3), que subían al puesto 22.
Marco empieza a regular
En la segunda pasada por Atogo Marco Lorenzo rompió definitivamente la barrera del medio minuto de ventaja con su quinto scratch. El tinerfeño, lanzado hacia su segunda victoria en tres participaciones esta temporada, reconocía en control stop que había llegado el momento de abrir la mano y empezar a administrar esa diferencia.
Juan Luis Cruz intentaba reaccionar en esta especial para volver a marcar distancias respecto a Viera y lo lograba. El grancanario volvía a estar a 8,5’’ e iba a tener que dejarse el alma si quería atacar el podio y mantener su estadística esta temporada, con una victoria en el Orvecame Norte, un segundo en el Islas Canarias y un tercero en el Villa de Santa Brígida. Sin nadie que lo pudiera incomodar en la clasificación general ni en la del Grupo N, Eduardo Domínguez intentaba buscarle las cosquillas a su Mitsubishi Lancer Evo X.
Alberto Reyes, entregado ya al espectáculo en un tramo propicio para ello, arañó otro segundo a la ventaja de Cheché Brito en esa séptima posición mientras Pedro Afonso seguía firme en la sexta sin querer ceder ni una sola décima a pesar de tener un colchón cercano a los veinte segundos. Detrás, en la novena, Heriberto Godoy resistía los ataques de Eloy González, que superaba por la mínima al Citroën de Mauro García. Juan Alonso y Sandro González, con tiempos cada vez más competitivos con su Renault Mégane, era duodécimo por delante de los líderes del Trofeo Opel Corsa, José Luis Dorta y Samuel Martín (Opel Corsa).
Moisés Casanova, que venía remontando desde atrás, sufría aquí una leve salida de carretera al poco de la salida de este tramo de Atogo y era baja en el Rally Villa de Granadilla, quinta cita de la temporada del Campeonato de Canarias de Rallys. El accidente del Mitsubishi obligó a parar momentáneamente un tramo en el que también abandonaron Juan Francisco Melo y Tagother Vargas, en su caso por avería en su Honda Civic.
