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Peugeot afina el tiro con el 208

  • El espíritu del 205 estuvo presente durante toda la fase de concepción
  • En un futuro llegarán las carrocerías SW y CC

Desde que en 1983 Peugeot lanzara el 205 ha comercializado más de 15 millones de unidades de este modelo y sus sucesores. Los 205 y 206 fueron coches icónicos, una característica que quizá perdió en cierta medida – y a pesar de funcionar de maravilla en ventas- el 207. El 208 quiere recuperar esa iniciativa con un aspecto enérgico y muy moderno, en un estadio incluso superior al 308 y al 508. Además, de la misma forma que hacen otros fabricantes en los segmentos B y C, tendrá dos tipos de carrocería.

Con este historial de greatest hits es evidente que en Peugeot tienen un sexto sentido para saber cómo un coche es capaz de volar por los aires el segmento B. En la presentación regional de esta cuarta entrega de la ‘serie doscientos’ de Peugeot nos explicaron que, en efecto, el espíritu del 205 estuvo presente durante toda la fase de concepción para volver a recuperar el gancho entre el público joven sin dejar de lado el femenino o aquel que concibe el 208 como segundo coche del garaje familiar. 

El resultado es un coche muy llamativo, con un aspecto mucho más compacto –más incluso de lo que confirman sus medidas- y que se recrea en los acabados y el diseño de su interior. Todo esfuerzo es poco para volver a conquistar una categoría que en los últimos años se ha mantenido estable en cuanto a proporción de ventas en el mercado pero en el que el número de competidores ha pasado de 16 a 27.

En Peugeot reconocen que con el 208 buscaban más que una simple “puesta al día”. Además de estar ‘programado’ para multiplicarse en los mercados de todo el mundo, tenía que representar ese salto generacional y por ello el proyecto ‘A9’ –nombre en clave del expediente que acabó dando forma al 208- ha sido uno de los más ambiciosos en la historia del fabricante galo.

El 208 es más compacto, siguiendo una nueva línea de vehículos urbanos que han decidido poner freno a esa espiral de crecimiento continuo que había llevado a los ‘segmento B’ a acercarse al C provocando, a su vez, un efecto en cadena en ese eslabón superior. El 208 mide siete centímetros menos, es un centímetro más bajo y dos menos ancho, aunque la habitabilidad es mayor gracias a un uso más inteligente del espacio en cabina. Desde la marca se afirma que hay cinco centímetros más de espacio para las rodillas y un maletero con 15 litros más de volumen. Si esto es así es, en parte, porque esos siete centímetros se recortan del voladizo delantero y trasero sin tocar la batalla que ofrece unos más que notables 2,53 metros.

Esa mayor compacidad junto a cambios estructurales permiten rebajar el peso. Con el mismo motor (la marca dice que con el 1.4 HDI), el 208 pesa 110 kg menos, si bien puede llegar a adelgazar según el caso hasta 173 kg respecto al 207. De esta forma la versión más ligera se queda en sólo 975 kg, permitiendo al 208 entrar en lo que la marca llama “espiral virtuosa”, ya que ese peso pluma repercute en un menor consumo y emisiones, una mayor seguridad pasiva y un mejor comportamiento dinámico. Las propias dimensiones también ayudan a ganar gotas de combustible al permitir un menor rendimiento aerodinámico del coche.

Moderno y con estilo

La Parrilla flotante, firma luminosa, pilotos traseros con forma de boomerang, la ‘columna vertebral’ visible incluso en el techo… Aspectos –muchos- vistos en el 508 y que, sin embargo, en el 308 quedaron en un segundo plano. El resultado es un coche con una línea muy pura, atrevida y sofisticada y cuyas dos carrocerías disponen de un tratamiento muy diferenciado al presentar la de tres puertas un montante trasero que recuerda a uno de sus ilustres antecesores.

El interior también se pliega a la promesa de innovación. Aquí la marca va un poco más lejos al presumir de un cierto carácter pionero y rupturista al dejar a un lado “inconvenientes técnicos” y “las referencias culturales conocidas”. Sea así o no, es cierto es que el puesto de conducción es muchísimo más moderno y está mejor terminado que cualquier otro Peugeot de talla pequeña. Todo ello consecuencia de una nueva estrategia del fabricante que quiere posicionarse por debajo de las marcas premium, pero un peldaño por encima de las generalistas.

El puesto de conducción se estructura alrededor de un volante de pequeño tamaño que tiene un diámetro tres centímetros inferior al del 207. Durante la presentación nos explicaron que esto mejora la maniobrabilidad del coche y reduce la fatiga en viajes largos. El trayecto que hicimos fue corto para poderlo valorar, pero es cierto que es muy cómodo.

Otro aspecto muy característico del habitáculo del 208 es la posición elevada de la instrumentación que, además, está terminada con esmero en todos sus detalles. El tacómetro, el velocímetro y demás indicadores están colocados a la altura de los ojos y aunque esto nos obliga a regular cuidadosamente los asientos y el volante la primera vez que nos subimos en él, nos ha convencido la cuidada ergonomía del puesto de mando.

Un tercer punto que salta a la vista es la nueva pantalla táctil de siete pulgadas que se incluye de serie en la terminación ‘tope’ y que está como opción con un coste de 400 euros para la intermedia. Este enorme display abre un mundo de posibilidades al 208 a través de las Peugeot Connect App, aplicaciones que se irán desarrollando para que, a través del navegador, el conductor pueda recibir información sobre el tráfico, estado del tiempo, restaurantes, gasolineras, etc.

Muy bajas emisiones

Con una media de emisiones de CO2 reducidas en 34 g/km en relación al 207 y de 1,5 litros menos de combustible cada 100 kilómetros, el 208 aprovecha toda la experiencia adquirida en la materia por Peugeot durante los últimos años. En este punto es clave la llegada a partir del otoño de los nuevos motores gasolina de tres cilindros, los 1.0 VTi y 1.2 VTi de 68 y 82 CV respectivamente. Estos propulsores pesan 25 kilogramos menos que las mecánicas cuyo lugar ocupan y ahorrando la impresionante cifra de 46 gr/km en emisiones de CO2 y hasta dos litros menos en consumo de combustible por cada 100 km. Completarán la paleta de motores con este combustible el 1.4 VTi de 95 CV, el 1.6 VTi de 120 CV y el potente 1.6 THP de 156 CV.

En diesel el motor ejemplar en términos de eficiencia es el 1.4 e-HDi de 68 CV, sobre todo con la caja manual pilotada, versión que presume de sus 87 gr/km de CO2 y unos contundentes 3,4 litros/100 km. Le acompaña el 1.6 e-HDi también con Stop&Start y en dos niveles de potencia: 92 y 115 CV. 

En materia ‘eco’, el 208 no se queda ahí. La composición de su masa de polímeros incluye un 25 por ciento de materiales verdes, es decir, reciclados o de origen natural. Como novedad, el parachoques trasero y el grupo moto-ventilador están fabricados totalmente en esos materiales. Este tipo de parachoques permitirá, según datos aportados por la marca del león, ahorrar 1.600 toneladas de petróleo al año.

En cuanto a carrocerías, al margen de la tres y cinco puertas y siguiendo la estela de sus predecesores, se da por hecho que habrá una futura versión SW y CC, aunque Peugeot España no se atreve a dar fechas aún. Quizá el familiar llegue en 2013 y el convertible meses más tarde, aunque nos han advertido que en el próximo Salón de París habrá novedades al respecto. Sobre ese concepto visto en Ginebra, el 208 GTI, ahora mismo se está analizando el impacto que tuvo durante la muestra y cómo sería recibido en el mercado en caso de ser lanzado.

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