Canarias, ya sea por su proximidad a África ya sea porque desde sus inicios siempre hubo algún paisano dispuesto a sucumbir a esta aventura, ha vivido ligada a la historia de esta prueba y el Viejas Glorias quiere conmemorar lo que sin duda significa la mayor gesta a la que los amantes del motor podrían enfrentarse.
Contaremos con nombres que han escrito leyendas en su memoria. De la nueva y vieja escuela que han ido marcando el calendario de las participaciones con más o menos acierto. Organizadores, mecánicos. Etc. Un sencillo homenaje a los españoles desde Juan Porcar, hasta Arcarons. Donde con un poco de factor suerte, podamos contar con muchas sorpresas añadidas.
Este año, el Viejas Glorias en su continuo peregrinaje por los distintos municipios de la isla de Gran Canaria, fondea en la capital de la isla. El parque de Santa Catalina, el CC El Muelle y alrededores, acogerán toda la magia de un evento en el que se mezcla lo viejo y lo nuevo, haciendo comulgar la más arraigada colección de nuestro acervo histórico con una variada muestra de los últimos modelos de las distintas marcas participantes para deleite de aficionados y curiosos. A todo ello hay que añadirle la magia del Viejas Glorias con más de seis conciertos, teatro de calle, circo de farándulas, más las actividades deportivas enraizadas en el evento.
Un momento especial será la presentación del libro “Motociclismo en Canarias 1954-1967”. Más de 3 años de investigación han dado como resultado la recopilación de uno de los periodos más fructíferos de nuestro motociclismo escrita por el hijo de uno de sus protagonistas, Pepe Monzón.
Son muchos los detalles, y muchas las sorpresas que se están fraguando para ofrecerlas generosamente, a una afición entendida como la nuestra. Y es que la ciudad de las Palmas de Gran Canaria, que aspira a ser capital Europea cultural en 2016, bien merece este esfuerzo.