COCHES
Prueba

Volkswagen Passat, marca la diferencia

  • Motor El 1.4 TSI BMT ACT con desconexión de cilindros
  • Nivel de acabado Highline
  • Precio de la unidad de pruebas: 27.285 euros

Cuando un vehículo alcanza su séptima generación todos los indicativos apuntan a éxito, popularidad y la certeza de haber escogido siempre, o al menos en la mayoría de las ocasiones, el camino correcto. También es sintomático de que la evolución a la que es sometido en cada renovación responde fielmente a los requerimientos de un cliente cada vez más informado y exigente. Más si cabe en un segmento como el de las berlinas medias convertidas en escaparate en cuanto a la capacidad innovadora de una marca y por tanto receptoras de los últimos avances tecnológicos lo que en definitiva delimita esas pequeñas diferencias que existen entre los distintos competidores.

En este sentido, el nuevo Volkswagen Passat vuelve para tomar una posición destacada en esta carrera, más seguro si cabe de sus posibilidades tras ser galardonado con el premio de 'Coche del Año en Europa 2015'. Un vehículo que si bien apenas modifica su cotas presenta, además de una nueva apariencia, mucho más espacio en el interior debido a una arquitectura que muestra una mayor distancia entre los dos ejes. También es reseñable cómo se ha incrementado el paquete de ayudas a la conducción y el esfuerzo constante del fabricante por mejorar el rendimiento de los motores. El 1.4 TSI BMT ACT de nuestra unidad de pruebas es el mejor ejemplo.

Elegante y avanzado

Visualmente tiene un empaque enormemente atractivo. Su estructura ligeramente más baja que la generación anterior condiciona el diseño del frontal algo más chato y ancho, donde los nuevos faros y la toma de aire inferior toman mayor protagonismo. La sección trasera también es más plana sin embargo mantiene el mismo aire limpio y sofisticado con una firma luminosa renovada derivada de unos nuevos grupos ópticos formados por luces LED.

Pero si el exterior les parece seductor esperen a conocer el habitáculo. Lo primero que llama la atención es el enorme espacio disponible tanto en la primera fila de asientos como en las plazas de la parte posterior. A su vez, la distribución es de lo más coherente haciendo de cada desplazamiento una experiencia de lo más confortable.

La impresión es que cada centímetro cuenta y así el salpicadero toma una orientación más vertical, los paneles de las puertas se disponen de forma cóncava y el volante reduce su diámetro, achatando incluso el arco inferior lo que permite ampliar el área destinada a las piernas.

Esta nueva interpretación propone al mismo tiempo una nueva imagen interior con todos los mandos y funciones en perfecta conjunción. Un atractivo juego de contrastes, no sólo en la elección de los acabados sino también en la de los elementos como ocurre con el elegante reloj analógico coronando la columna central donde se aloja la pantalla táctil para el control de los dispositivos de infoentretenimiento  y el sistema de climatización.

Hemos dejado para el final la joya de la corona, de serie en el acabado Highline de esta versión de prueba. Se trata del cuadro de instrumentos digital o 'Active Info Display' que sustituye al tradicional analógico. Como éste, dispone entre sus opciones del clásico velocímetro y cuentarrevoluciones ofreciendo además la posibilidad de otros perfiles informativos con solo pulsar un botón en el volante como el navegador o la representación visual de un sistema de asistencia a la conducción.

Eficiente y seguro

Nada más ponernos en ruta descubrimos las características del propulsor 1.4 TSI BMT de 150 CV de potencia y la conveniencia del sistema ACT de gestión activa de los cilindros para un equilibrio correcto entre prestaciones y reducido consumo. Se trata de una solución que permite desconectar dos de los cuatro cilindros en regímenes del motor medio y bajo, imperceptible si no fuera por el aviso que se muestra en el cuadro de instrumentos. El beneficio en términos de ahorro es notable cuantificándose en casi medio litro a los a 100 kilómetros. Los datos de consumo y emisiones oficiales no se alejan mucho por tanto de la realidad - 4,9 l/100 km y 115 g/km de CO2- aunque para ello hay que ser muy meticulosos con el estilo de conducción.

No es difícil, en cualquier situación se muestra muy preciso de reacciones y a pesar de su tamaño, enormemente ágil y manejable en carretera. En autopista es una auténtica delicia extensible a cuando se circula por la ciudad lo que nos lleva a destacar las aptitudes del sistema de regulación automática de la distancia ACC Stop&Go, con sistema Front Assist. Este adapta la velocidad de nuestro coche al vehículo que nos precede y en caso de aproximación avisa con señales visuales y acústicas. Si la situación se mantiene aplica una ligera presión sobre el freno hasta el punto de detener el vehículo si fuera necesario, comprobado. En atascos, la función Stop&Go es capaz de detener el vehículo y reanudar la marcha automáticamente.

Igual de sorprendidos nos quedamos cuando después de una larga jornada de pruebas sin apenas paradas y de vuelta al concesionario, saltaba un nuevo mensaje en el cuadro de instrumentos correspondiente al detector de fatiga. Es cierto que después de horas circulando la atención disminuye. Así, el sistema debió interpretar algún cambio en nuestro patrón o actitud ante el volante recomendando un pequeño descanso. Dos ejemplos, entre otros, con un mismo denominador común y que ponen de manifiesto hacia donde se dirigen buena parte de los esfuerzos de Volkswagen a la hora de marcar diferencias.

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