El Prius es la representación primera de la trascendencia y los beneficios de una tecnología convertida en tendencia, indispensable hoy como paso previo hacia la definitiva implantación del modelo eléctrico. El vehículo híbrido, por tanto, aún no ha dicho su última palabra con margen aún de mejora como se descubre en esta cuarta generación del Prius que presenta como principales argumentos, un mayor ahorro de combustible y menores emisiones.
El reportaje que hoy les proponemos se desarrolla en Las Palmas de Gran Canaria, concretamente, en el barrio de Vegueta y los aledaños de la zona residencial de Siete Palmas buscando la colaboración espontanea y desinteresada de las personas que se acercaron a conocer el vehículo.
Sus primeras impresiones, cómo no, referidas al aspecto del vehículo. Con su respuesta el nuevo Prius sale más que airoso tras una primera impresión. El diseño ha sido uno de los aspectos más controvertidos. Los responsables de darle forma a sus nuevas proporciones no tuvieron ninguna duda, el vehículo emblema de la marca tenía que resultar cuanto menos provocativo para despertar la atención del espectador.
Todo tiene un sentido, la nueva plataforma de construcción permite reducir la altura en algunos puntos para crear una silueta con menor resistencia al viento y un perfil más próximo a una berlina convencional. Son las formas futuristas, sin embargo, las que centran el tema de discusión. El frontal, con el capó en forma de pico flanqueado por unos extravagantes faros no pasa desapercibido. Tampoco cómo han resuelto en esta ocasión la transición hacia la parte posterior donde es más evidente su evolución con un perfil elevado de la zaga, contorneada por unos grandes grupos ópticos que convergen en una especie de alerón que divide el parabrisas trasero en dos secciones.
Sentados al volante la sensación es de austeridad, una cualidad asociada al sosiego y la calma que transmite el interior. El habitáculo es tremendamente acogedor sea cual sea la talla de los pasajeros, sin grandes alardes estéticos y sin un sin fin de controles que desvíen la atención del usuario. El cuadro de instrumentos se sitúa en medio del salpicadero. Este precede a la columna donde se aloja la pantalla multimedia de la que deriva la información del navegador y el teléfono móvil además del sistema de sonido que lleva la rúbrica de una de las compañías de más prestigio mundial, los especialistas de JBL.
Debajo, los mandos del climatizador y más abajo, aún en la vertical, un pequeño panel lacado en blanco con la palanca del selector acompañada por el botón de parking, el del modo sólo eléctrico, y el selector de los modos de conducción, representados en el cuadro de instrumentos principal. El nuevo Prius dispone además como novedad de una consola de carga inalámbrica para el teléfono móvil.
Volviendo a nuestro encuentro con los viandantes se desprende como conclusión que la tecnología híbrida y eléctrica ya no son esas grandes desconocidas. Buena señal, el mensaje va calando y un futuro donde los modelos menos agresivos con el medio ambiente se vayan imponiendo es posible.
Toyota tiene mucha parte de culpa en este proceso. Pioneros en el desarrollo de la tecnología 'Full Hybrid', presume de que sus ventas representan más del 50 por ciento de todos los vehículos con motorización alternativa -híbridos, híbridos enchufables y eléctricos- que se venden en Europa. Millones de clientes así lo avalan.
El nuevo Prius se atreve incluso a mejorar los datos de rendimiento de sus antecesores. El motor de gasolina es más ahorrador, los motores eléctricos son más pequeños, la unidad de control es más eficiente y la batería de hidruro de níquel es más ligera. El compromiso, por tanto, sigue vigente lo que conlleva sutiles mejoras en lo que a consumo y emisiones se refiere.
Gran parte de la responsabilidad, sin embargo, recae en el conductor. Este tiene la potestad de gestionar las posibilidades del sistema combinado adaptándolas a las características de la circulación o la vía por la que se transite. Las hemos testado, en modo eléctrico la autonomía sigue siendo limitada. Su fuerte sigue siendo, por tanto, cuando se opta por el modo ECO. El encaje es ideal administrando los distintos parámetros para conseguir el máximo ahorro de combustible. Hay una última opción, el modo Power, en esta se pone en marcha toda la maquinaria y poner en liza los 122 caballos de potencia que rinden sus dos motores trabajando en sintonía.
