Opel Crossland X, adaptado a la ciudad

Opel ha puesto cara al nuevo miembro de la familia equis, un crossover con vocación urbana con una longitud de 4,21 metros y 10 centímetros más alto que el Astra. Con ello el Crossland X define cual va a ser su rol dentro de la actual oferta que brinda la compañía, responder a la creciente demanda de los pequeños SUV, con un tamaño y altura adecuados para desenvolverse con agilidad en el tráfico diario, tremendamente funcional en cuanto a habitabilidad y espacio de carga y sin renunciar a los favores que ofrece la tecnología actual en términos de conectividad y protección.

Sus proporciones quedan completamente detalladas añadiendo una anchura y altura de 1,76 y 1,59 metros, respectivamente. El frontal recurre a una parrilla con el 'Blitz' de Opel, las luces diurnas led en forma de doble ala y un conveniente protector con acabado plateado como carta de presentación. Más llamativos, si caben, son los detalles que componen su silueta con marcadas líneas moldeando su arquitectura y coronada por la acción del techo con efecto flotante debido al uso de un perfil cromado que lo separa de la sección acristalada. Para entrar en el juego de la personalización, los clientes pueden optar por un acabado bitono distinguiendo entre el techo y el resto de la carrocería.

La zaga busca notoriedad a través de una postura elevada al más puro estilo SUV donde resalta un llamativo protector de bajos. Un prominente alerón unido al amplio portón y los alargados grupos ópticos que se prolongan lateralmente hasta la intersección del techo completan el cuadro general trasero.

En el interior, el espacio para el conductor y el acompañante quedan perfectamente definidos separados por el túnel central. El cuadro de instrumentos y la consola central forman parte de la zona de influencia del primero, con una precisión estructural y una calidad general muy definidas. En este entorno entra en juego uno de los aspectos que definen su carácter avanzado, la pantalla táctil de hasta ocho pulgadas preparada para acoger cualquiera de los sistemas multimedia disponibles -IntelliLink R 4.0 o IntelliLink Navi 5.0- compatible tanto para Android Auto y Apple Car Play, así como todos los servicios asociados a la plataforma Opel OnStar mediante un punto de acceso WiFi.

Además y fiel a uno de los aspectos recurrentes que marcan la trayectoria de Opel comprobamos como su habitáculo es capaz de 'mutar' para adaptarse a las distintas necesidades del usuario. Esta característica se define a través del asiento  trasero deslizante. Este puede retrasarse 15 cm para ofrecer más espacio para las piernas de los ocupantes o por el contrario, adelantarse contando con una mayor capacidad de carga en el maletero -hasta 520 litros-. Con los asientos traseros plegados el volumen se puede ampliar hasta los 1.225 litros.

Opel se ha reservado para una próxima ocasión toda la información asociada a su oferta motriz aunque sí ha adelantado que esta estará compuesta por motores gasolina y diésel así como una variante con biofuel (GLP) y la posibilidad de contar con transmisiones manual o automática.

No esconde, sin embargo, el resto de innovaciones asociadas a las distintas acabados disponibles y que lo sitúan en primera línea de parrilla en cuanto a la oferta actual en este segmento. Dispositivos como el sistema de iluminación adaptativa AFL con tecnología LED, la pantalla de proyección Head-up Display o la cámara de visión panorámica trasera de 180 grados permiten facilitar las maniobras y obtener toda la información de forma sencilla y precisa.

A estas ayudas se unen sistemas como el asistente avanzado de aparcamiento, la alerta de colisión frontal con detección de peatones o la frenada de emergencia automática y que junto al aviso por somnolencia, el sistema de mantenimiento de carril, el asistente de señales de tráfico y el sistema de alerta de ángulo muerto completan un catálogo difícilmente de igualar por sus rivales directos.