Pilotos y pilotos de verdad

  • Piloto es aquél que apuesta lo que tiene y lo que no tiene por correr

En esta ocasión, más que analizar un tema de actualidad en concreto, haré una reflexión sobre la figura del piloto de carreras, entendiendo como tal a la persona que se pone a los mandos de cualquier artilugio provisto de ruedas y motor. No obstante, me gustaría hacer ciertos matices, ya que para mí, cualquier individuo que pague su licencia y la inscripción de una carrera tiene los mismos derechos y obligaciones que otro, pero el simple hecho de ponerte un mono de competición no te hace piloto. 

Creo que en las copas monomarca se ve de forma muy clara estas diferencias a las que aludo, puesto que en todas y cada una de ellas suele haber tres grupos: los que luchan por la victoria arriesgando al máximo en cada centímetro; otro intermedio que conduce de forma correcta pero siempre con cierto margen; y un último pelotón que, por las razones que sea, van a un ritmo realmente inferior. Con esto no descubro nada nuevo, es así desde hace muchos años y lo seguirá siendo por muchos más. 

Desde mi experiencia, como piloto de diferentes copas monomarca en rallies, lo viví en primera persona. Por ello siempre defenderé y proclamaré que piloto, de rallies en este caso, es aquel que apuesta lo que tiene y, en ocasiones, lo que no tiene, por correr. El que se esfuerza junto a su copiloto en hacer unas notas que el día de la carrera te hagan ir con la máxima decisión en todo momento. El que junto a su equipo se preocupa de probar y volver a probar el coche las veces que sean necesarias para que éste sea lo más competitivo posible. Todo lo que se salga de esta manera de hacer las cosas no son más que excusas que el mediocre busca para justificar su falta de aptitudes y valor. Por no decir de eso que empieza por ‘coj’ y termina en ‘ones’. 

No creo que exista un solo deporte en el que para ganar no tengas que poner todo tu empeño, ilusión y ganas. Los pilotos, además de esto, tenemos el plus de jugarnos la vida (en el caso de los rallies los ‘copis’ también, por supuesto).

Muchos se quedaron en la carretera o en un circuito antes de tiempo. Demasiado jóvenes, demasiado trágico. No me avergüenza admitir que he llorado la muerte de muchos pilotos que no conocía en persona, y como siempre diré, cada vez que muere un piloto de verdad, una pequeña parte de mí también se apaga.

Indudablemente, a veces el precio que se paga es demasiado alto, pero el que haya experimentado la indescriptible sensación de ir absolutamente al límite, de sentir que la máquina que llevas es una extensión de tu propio cuerpo, de atacar una curva sin que la física te asegure que vas a salir de la misma manteniéndote en el trazado; quien lo haya experimentado realmente, volverá a poner su vida en juego, ya que sabe que sin esto su vida nunca habría tenido una razón de ser. Como dijo uno de los pilotos más admirados e irrepetibles de la historia, Colin McRae, “life is too short and I´m here for a good time not for a long time”. 

Por cierto, hablando de Colin, el otro día acababa de ver el resumen del último rally del WRC, el de Cerdeña y por un casual, navegando por internet me tropecé con uno de esos videos de un mundial de los noventa y, la verdad, la nostalgia embargó mi ser por completo. Esos Sainz, Kankkunen, Auriol, Mäkinen, Grönholm, Burns, Schwarz o el propio McRae luchando por la victoria, con cambios en H, afeitando árboles con inmensas derrapadas... No sé, no es que sea yo persona de añorar, pero salvo en aspectos puramente organizativos y del avance en la tecnología de los coches, no hay color entre un rally del actual mundial a uno de hace 20 años. Pero eso... Eso es otro tema.

Por último, desde aquí expresar toda mi admiración por los auténticos PILOTOS, así, en mayúsculas. Esos, muchas veces incomprendidos, que en algún momento de nuestras vidas hicimos lo imposible por correr. Y digo correr, que no participar. Esos a los que algunos cagaos nos tachan de locos, sin más. Y no digo yo que no haya que estar un poco ‘tocado del tarro’ para ir de esa manera. Pero hay que tener una cabeza muy fría y bien amueblada para dominar una máquina a tal extremo, y muchos de los que me estén leyendo saben bien de lo que hablo.

Quiero despedir esta reflexión enviando un especial abrazo a esos pilotos que en su día fueron mis más directos rivales, ya que, a pesar de que hubo momentos lógicos de tensión y pique, y que cada vez que me ponía el casco quería aplastarles, pasado el tiempo valoras que sin ellos no te habrías esforzado de la misma manera para dar el máximo, ya que a la que despistabas mínimamente estos animales te pasaban por arriba. Migue Brito, Fran, Claudio, Jonathan, Concepción, Alberto, Heriberto, Armide y alguno más seguramente... ¡Les aseguro que todos estos son pilotos de verdad!

 

Foto: Ford.

Autor
Alberto Monzón
Comentarios

1 Leandro Santana se te olvidaba.jejej Ulises 00:22 05/03/2016

  • 1

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