Esta frase que se pudo oír por la radio de Ferrari y hecha por Alonso a su equipo durante la clasificación del sábado se ha convertido en lo más comentado e indica claramente el nerviosismo existente en la Scuderia por la falta de resultados y especialmente tras el fracaso sufrido en Spa Francorchamps. El asturiano ya ha enseñado sus dientes y aunque ahora en casa, en Monza, han tratado de disimular las diferencias, el ambiente entre muchos elementos del equipo rojo es realmente tirante.
Llegaban a casa con un nuevo paquete de mejoras que tuvieron su efecto positivo, pero una vez más se encontraron con la sorpresa de que en Red Bull daban otro pasito más adelante y, en esta ocasión, sorprendían con la mejora en velocidad punta, que a la postre iba a dar con la pole para el equipo austriaco y, ya el domingo, con una nueva victoria incontestable para Vettel. El alemán daba un paso de gigante no sólo en su camino hacia el título, también en su propósito de situarse entre los más grandes de la historia de la Formula 1, igualando también el número de victorias con Alonso.
Es que además, para el equipo de Il Cavallino Rampante ha sido un duro golpe que su rival haya colocado sus dos pilotos en el podio de su circuito y ante sus tifosi. Y eso a pesar de la segunda y cuarta plaza conseguidas, que sí demuestran la mejora del equipo rojo, pero que no ponen fin a un problema de base: la incapacidad de alcanzar a sus rivales en la clasificación. Esto, además de permitirles tener la opción de salir delante, les daría posibilidades de adoptar estrategias ganadoras.
Estas mismas carencias en la clasificación les llevo a adoptar una nueva estrategia ensayando un rebufo entre Massa y Alonso con el fin de recuperar unas décimas a los Red Bull y así intentar alcanzar la pole. Y precisamente el fallo en el ensayo definitivo fue lo que provocó el cabreo y la desafortunada frase del piloto español que está cansado de los fallos de estrategia de los de Maranello. Aunque el domingo el asturiano trató de compensar la situación dándose un baño de multitud celebrando con los tifosi su pódium en casa, algo que para Ferrari es muy importante y el no ganar es casi una tragedia.
Con el objetivo de afianzar las posibilidades de triunfo, en Ferrari se fijan en la posible vuelta de Raikkonen con quien obtuvieron el último título hace seis años. El plan es que el finlandés aporte mas competitividad al equipo y, por lo menos, poder luchar por el campeonato de constructores al que entienden que Massa no contribuye adecuadamente. El brasileño, además, tampoco es competencia para Alonso, no representa una alternativa al español para aspirar al título con garantías y antecedentes.
Mientras, como suele ser habitual en determinados sectores mediáticos, una vez más los principales protagonistas del chovinismo periodístico español, obviaron toda esta polémica lo máximo posible y con la total falta de objetividad a la que nos tienen acostumbrados, intentaron entrar en otro tipo de valoraciones y se ocuparon en disimular la situación. Y lo hicieron aplicando tintes rosas a algunas cosas sin trascendencia, como la presencia de algún viejo amigo del asturiano en el entorno rojillo, y se olvidaron otra vez de analizar la carrera esplendida de Vettel y su equipo o la magnifica actuación de Hunkelberg (¿otro candidato? ) con un coche muy inferior al de los rivales con los que se midió en Monza.
Ahora les toca esperar a la gira asiática y aferrarse a que el “paquete de mejoras” funcione a partir de Singapur, obviando que el alemán tiene una ventaja abismal y que va disparado hacia la historia de este deporte con un triunfo mas que todos los que consiguió para el campeonato del 2012, en el ecuador de la temporada, con una conducción espectacular en todos los circuitos y con un coche de garantía y fiabilidad.
Para terminar, y emulando a Fernando, con respecto a la actualidad deportiva preguntamos, ¿son realmente tontos también los miembros del COI?, que eliminaron por tercera vez consecutiva la candidatura madrileña a los Juegos Olímpicos, o fue la supuesta influencia de un jeque árabe en nuestra contra. A lo mejor es que a los españoles se nos cree tontos y se nos ha vendido una mentira de votos que no iban a aceptar la austeridad, ni el “café con leche” en inglés de la señora Botella, que fue casi el único argumento que ofreció la discutida delegación española. Ridículo de la marca a nivel internacional...
