Hola a todos. Esta experiencia de contar lo que se me pase por la cabeza –siempre que hablemos de carreras– me apetecía bastante, pero la realidad es que pocas veces me he tropezado con gente tan perseverante como mis amigos de MotorEnLínea.es. Tanto que me han acabado convenciendo para hacerlo.
Lo más lógico será empezar por contar cómo hemos vivido nuestra nueva incursión en el campeonato ‘12+1’ de España de Rallies de Tierra. Normalmente suelo llevar todo preparado con bastante antelación, pero en este caso no pudo ser. Por motivos de todo tipo nos plantamos en Cervera –provincia de Lleida, en la Comunidad Catalana, país España– sin haber ido ni a ver el coche al taller... Bueno, casi peor y difícil de creer: no hable con Roberto Méndez para absolutamente nada los veinte días antes del rally... Suerte que mi copiloto –y mejor persona– Víctor sí que habló en varias ocasiones con el responsable logístico de RMC.
Rally situado en tierra en la que el motor se vive con especial fervor. No en vano es cuna del piloto de motos más en boca de todos hoy día: súper Marc Márquez. Pues casualidades de la vida, vinimos a parar a un hostal en el que en el comedor del mentado lugar (“¿mentado?”, esto me suena...) estaba situada la sede de su club de fans. Como se pueden imaginar todo giraba en torno al astro español y digo bien (“¿y digo bien?” ¡esto me suena otra vez!) al llamarlo “español” porque, metidos en la Cataluña profunda, encontrarte un sitio en el que todas las fotos del genio catalán sean portando la bandera de España es digno de elogio. Espero no ser censurado por mi amigo Roberto si digo que me sentí muy a gusto. Entre otros motivos, porque los dueños del hostal resultaron ser madridistas… ¡Caímos a dormir a casa de los únicos madridistas de Cervera! Lo que yo te diga, el fin de semana iba redondo.
Al día siguiente, frío y con pinta de lluvia, tocaba hacer papeleo para Víctor y después, a hacer los reconocimientos de los tramos. Tramos muy estrechos en su mayoría y que en principio tenían el aspecto de tener bastantes trampas. A todo esto nos encontramos con un hándicap añadido y era que el primer tramo del rally era idéntico al que se había corrido el año anterior, luego de saque ya salíamos con menos conocimiento del terreno que nuestros adversarios. Tomando las notas nos encontramos con Emma y Rogelio que, como es normal, fueron los que más tiempo estuvieron anotando ya que ella nunca lo había hecho sin tener la posibilidad de corregir las notas, y es que en este campeonato las correcciones pueden costar muy caras. No me cabe la menor duda de que llevar a Rogelio a la derecha va a ser una gran ayuda para ella, como lo fue para mí montar a la derecha, en el año 2005, a Víctor que venía de ser campeón de España de la especialidad...
Cuando llegas a la asistencia y ves que RMC tiene diez coches a su cargo y más de veinte personas entre mecánicos, logísticos, cocinero, ingeniero, etc., ahí es cuando puedes percibir la dimensión del que hoy día es el mejor equipo de España. No en vano lideran el mundial de producción. La verdad es que tenemos muy buena sintonía con todo el equipo y pese a ser los que menos trato tenemos con ellos por la lejanía que nos impide pasar más a menudo por el taller, Víctor y yo más de una vez comentamos lo agradables que son con nosotros. En este sentido la afición desmedida que tiene el patrón Roberto creo que influye bastante.
Anécdota. Imaginen: Caminando por la asistencia oigo “yo lo que quiero después del rally es un bocata de chorizo de Teror y un ‘carta de oro’ cola”. Como no puede ser de otra manera, me giro y veo que quien lo dice es un joven mecánico que es de Gran Canaria y que está empezando con RMC en su taller. La historia del chaval es digna de un blog entero dedicado a los mecánicos (ya llegará). Sólo una pincelada: “Vendí mi coche y me vine pa’ la península a hacer lo que me gusta. La vida son dos días” me dijo, entre otras cosas. No tiene ni 21 años ¡y el tío lo tiene mucho más claro que yo!
Del viernes poco más. Ceremonia de salida y a dormir. Bueno eso yo, porque Víctor estuvo toda la tarde subrayando y haciendo anotaciones en sus papeles. Cuando corremos en tierra me recuerda al típico mal estudiante que está todo el día poniendo los apuntes bonitos pero luego no se los estudia (esto sí que me suena), aunque es justo decir que realizó un trabajo impecable, como siempre. No me cabe duda de que parte de su trabajo está en preparar las notas para leerlas exactamente cuando toca y de la manera que toca.
El rally salió mejor de lo esperado. No pensábamos que íbamos a estar en tiempos tan buenos con el plantel de pilotos y coches que había inscritos, pero el caso es que llevamos un ritmo muy interesante. Principalmente porque en los dos primeros tramos no nos dimos ningún susto, algo que es de mención en tierra. Una vez en la asistencia y viendo nuestra posición –cuartos en aquel momento– decidimos atacar al máximo en la segunda pasada para ver de lo que éramos capaces. En ese momento nos llevamos dos sustos importantes y decidí bajar un poco el ritmo. Un buen piloto campeón de España una vez me dijo que en un rally “sólo se permiten dos sustos; el tercero suele acabar mal”. Es una máxima que he tomado como tal y cuando ya me doy dos sustos suelo levantar un poco. Aunque esto no me garantice nada...
Ya en lo bucles de la tarde, en la primera pasada, dimos un golpe fortísimo en la rueda delantera derecha y pensé que íbamos averiados. El coche se comportaba distinto en curvas de derecha que en las de izquierdas y eso hizo que en las zonas rápidas perdiese algo de confianza, como es lógico. Una vez en la asistencia Roberto nos dijo que no pasaba nada, que la fiabilidad era total y que lo único que tenía que hacer era acostumbrarme a esa diferencia entre curvas, pero que no me asustase, que “no se iba a caer ninguna rueda”. Con esa premisa y con ganas de aguantar el cuarto puesto salimos a por todas. Pero un poco de mala suerte hizo que nos encontrásemos en la zona rápida con Gustavo Sosa. Eso nos hizo ceder mucho tiempo en el tramo con la consiguiente pérdida de una posición.
En cualquier caso y viendo el golpe que dimos en la rueda delantera creo que el balance que debemos de hacer es positivo. Pudimos perfectamente habernos quedado tirados por ese error mío y no fue así. En estos casos yo creo que lo que hay que hacer es ver el vaso medio lleno.
Seguramente seguiré escribiendo las crónicas de los rallies que haga, pero también me dedicaré a escribir de vez en cuando de cómo veo el patio canario que, por otro lado, está calentito. Llega Jonathan Suárez y gana un Santa Brígida emocionantísimo. ¿Quién nos dice que no puede haber rallies emocionantes sin los de siempre?
Por otro lado, Auto-Laca y Copi Sport están dando de momento un espectáculo que puede traducirse en beneficio para los aficionados. Esperemos que así sea y que el equipo de Ángel Ramos haga realidad el sueño de muchos aficionados, el de volver a ver sus coches con grandes pilotos al volante logrando un título que, desde hace ya muchos años, tiene nombre propio, el de Copi Sport. De no ser así –no lo creo– Auto-Laca y sus inscripciones last minute habrían hecho uno de los ridículos más importantes de este campeonato. Insisto, creo que eso no va a pasar y que todos nos vamos a ver beneficiados por ello. Yo de momento ya me he sacado los billetes para el Rally Senderos de La Palma. Si algún equipo necesita un ouvreur ya saben, ¡estoy disponible!
