En los últimos acontecimientos del motor nos hemos tropezado con casos de pilotos denostados, pero en estos días Fernando Alonso ha roto la sentencia común de ‘nadie es profeta en su tierra’ pues el asturiano ha sido el rey de la repercusión tras su gran victoria del domingo en Cataluña. En esta ocasión no le ha hecho falta contar con los forofos mediáticos habituales porque su actuación ha sido brillante.
No sólo por su demostración de calidad en la conducción, sino por la reafirmación de que la Scuderia ha logrado al fin un coche fiable y eficaz en todo tipo de terreno y que, además, el equipo ahora funciona a nivel estratégico por la tranquilidad añadida del rendimiento que están optimizando, reflejado además en las excelentes actuaciones que está teniendo Felipe Massa subiendo al podio como en esta carrera, a pesar de salir muy retrasado en la parrilla con demostración de notable.
Fernando Alonso está tan eufórico que ya ni siquiera lo oculta en las previas de las pruebas, e incluso a la hora de lucir la complicidad con su pareja, hasta hace poco tema tabú para un deportista muy receloso de su intimidad. Pero además, en Cataluña pudo con la posible presión antes, durante y después de la carrera demostrando una confianza en sí mismo y en el equipo desconocida en otras situaciones.
Se sintió tan a gusto que incluso dominó al ambiente político ondeando la bandera española, despreocupado de sanciones y logrando que el sonido del himno nacional fuera respetado en un entorno donde los pitos son comunes en cualquier acto deportivo. Logró teñir de rojo la tierra catalana que bailó en el circuito a su ritmo y dio un puñetazo sobre la mesa de advertencia a sus rivales.
Éstos demostraron en algún caso como Mercedes sus debilidades en carrera en el exagerado desgaste de neumáticos tras haber logrado una magnifica clasificación, terminando con un denostado Hamilton fuera de los puntos. Otros como Red Bull –que quizá no supieron contrarrestar su falta de velocidad punta con una estrategia correcta–, dejando entrever que cuando no van delante las cosas se les complican aunque sigan siendo temibles. Mientras Raikkonen y Lotus volvieron a dar la nota positiva con una conservación de gomas que les sigue dando un resultado espectacular. En definitiva, un resultado magnífico para el equipo rojo que recuperó puntos de oro en el día que Alonso fue nuevamente profeta con tres triunfos en su tierra, igualando así los números de Mansell y con el título en el punto de mira, lo verdaderamente importante cuando se habla de estadísticas.
En nuestro entorno más próximo se celebraron dos pruebas con resultados ciertamente sorprendentes, tanto en montaña como en el rally, pero amén de resaltar excelentes actuaciones de los protagonistas, llama la atención la resaca que ha dejado en el ambiente alguna actuación puntual por la situación polémica generada, intentando denostar la valía de algunos de sus protagonistas a través del anonimato pusilánime de algunos de los autores de un debate incompresible y supuestamente basado en la codicia que aprovechan los foros para desacreditar. En este caso, nuestra referencia hacia la valoración que se ha hecho del accidente en el Rally Norte sufrido por el equipo de Emma Falcón y Rogelio Peñate.
Menos mal que el responsable del equipo ha salido a la palestra para sentenciar su confianza en los componentes a pesar del peaje que la situación lleva consigo y la repercusión inesperada del mismo. En este caso, los denostados protagonistas no son profetas en su tierra, como consecuencia de la envidia inexplicable de esta jauría de enemigos pertrechados en la cobardía que les permite una falsa libertad de expresión aprovechada de la facilidad que los medios de comunicación les conceden para utilizar a su antojo esa ocultación de la identidad.
Si bien todos los deportistas están sometidos a la valoración y la crítica de los medios y de los aficionados, entendemos que el mal se hace por la falta de criterio de muchos comentarios apócrifos que seguramente tienen oscuros objetivos. No es de recibo aprovecharse de los respetables comentarios y análisis de los diferentes medios de comunicación, para organizar una sangría en contra de los protagonistas que incluso llegan al insulto y desconsideración.
Por nuestra parte, somos testigos directos del estado anímico de la joven Emma Falcón, a la que vimos salir hacia Santander acompañada de sus bultos y de su tocada ilusión por revertir esta situación en esta cita en tierras peninsulares. Madura y reflexiva nos enseñaba las imágenes on board de su accidente y valoraba las culpabilidades causantes en su criterio. Pero sobre todo muy afectada por las críticas vertidas hacia su compañero Rogelio, al que ella exculpa totalmente de responsabilidad en el hecho y apoya en la correcta anotación de la zona y cante de la misma.
Nos limitamos a darle ánimos para su cita del fin de semana y para la continuidad en su aprendizaje, aprovechando su juventud y sus ganas para mejorar en el futuro más próximo en el que aun tiene mucho que demostrar. Sería muy fácil denostarla aprovechando su debilidad moral tras lo vivido estos días, por lo que recomendamos a la reflexión objetiva a aquellos pusilánimes que han hecho sangre de una situación que les es ajena totalmente.
